Alguno de los pocos amigos que me quedan dice que soy un iconoclasta. Mi santa que me conoce mejor dice que no soy eso, si acaso un poco plasta, pero tampoco mucho. Yo que me conozco de toda la vida creo que solo ando desfasado, pero cuando me pongo en fase soy un lince, en peligro de extinción, naturalmente. Prueba de ello es que cuando hicimos un viaje unas navidades y veía al tipo de rojo colgado de los balcones, creí que era la campaña navideña de una empresa de limpieza de cristales, que ponía a sus trabajadores vestidos de Papá Noël. Solo me dí cuenta de mi error después de ver a los trabajadores de esa empresa en Vigo, Orense y Benavente.
-Jose, estas tonto esa es la última chorrada de adornos navideños, el Papa Noël trepador.
-Ya me extrañaba a mi...
Carretera, muchas banderas españolas en todos los pueblos:
-Oye, que raro que todos los pueblos que pasamos estén en fiestas...
-Es que no te enteras, hoy se juega la final de la Copa de Europa...
-¡Ah! Ya me parecía a mi...
Y no es cierto que sea un iconoclasta, aunque todas la religiones me parezcan un fomento de la ignorancia asociado al poder que nos explota, sean cuales fueren unos y otros, el arte que han generado a lo largo de los siglos me merece un profundo respeto y genera en mi algún que otro de los sentimientos llamados nobles.
Las actitudes que mis amigos critican como iconoclastas (impropiamente) han demostrado ser un fracaso histórico, como la URSS, el capitalismo y otros grandes proyectos.
1º Compré mi primera tele en 1981 cuando vi que mi hijo al que quería evitar el bochorno de ser un esclavo del consumismo, se pasaba horas en casa de la vecina, de paso, su marido de Fuerza Nueva me lo aleccionaba en las virtudes del General. Es decir acabé comprando la tele.
2º Le regalaba juguetes y libros en cualquier momento del año, cuando me dijo que quería los Reyes, le expliqué que eso era un invento que trajeron los Austrias de Nápoles y que estaba bien que si mis padres querían hacer un regalo, pues eso, que les diese las gracias.
Mi casa debió permanecer protegida ante el peligro de que los padres de sus compañeros me pusiesen de Baltasar, o morado, no sé.
3ºNo creo en el matrimonio, pero me he casado dos veces y mi aspiración de vivir en pecado, es una entelequia, debo reconocer que estar casado tiene su morbo.
Queridos amigos:
No se preocupen de nada, mis asesores financieros y los asesores lingüisticos de la Ministra Elena Espumosa, como la llamaba el bueno de Cabello, llevan varias noches de reunión, con lo cual es casi seguro que el año que viene sea un año de prosperidad, si no es así tengan paciencia.
A Ramón, que no me besa porque tengo un virus.
A Héctor, que como hijo de familia atea y desestructurada (?) vuelve a casa por Navidad
Yo no soy ateo. Ni agnóstico. El cuerpo me pide que haya Dios y como no me gusta cómo me lo pintan las diferentes religiones, me he fabricado uno a medida. Silencioso, sin apenas mantenimiento y que odia el fuego. Ni cirios ni infiernos. Si quieres te lo paso.
ResponderEliminarFelices fiestas y no te beso, tio grande, que me contagias.
Espero que el año se presente con mejores oportunidades.
ResponderEliminarSaludos y felices fiestas.
Mera, querido paisano y amigo, abre su brecha el solsticio: una fecha tan antigua como especial. Quiero que sepas que pensé en tí cuando hice la entrada última de Aguasabajo. Nuestras letras han enredado durante el 2008 como el Guadiana. Y yo me he sentido muy bien con tu amistad.
ResponderEliminarFelices fiestas.
Un beso de burbujas de Codorníu.
Iconoclasta. ¡Carallo para la palabrita!, he tenido que ir al “san Google” para conocer su definición exacta.
ResponderEliminarNo creo en Papa Noel y si en los Reyes Magos, aunque después de leerte he descubierto que yo también soy iconoclasta, ¡madre mía! ¿No habrá en el diccionario una palabra que sustituya a esta tan difícil?, pues como tenga que repetirla, me voy a quedar colgada igual que esos Papa Noel terriblemente orteros.
Feliz Navidad. Unha aperta.
Caro amigo...belo post...Votos de continuação de BOAS FESTAS...
ResponderEliminarUm abraço
Coitado do Pai Natal!
ResponderEliminarBom Ano Novo 2009 com muitos sonhos para concretizar!
Abraço.
António
Pues yo espero que el 2009 te mantenga intactito, con la misma irónica cordura y el mismo entusiasmo y vitalidad con el que impregnas tus textos, y nos deleitas a todos. Y en esa línea te felicito las fiestas, y, sobre todo, te deseo un año nuevo pletórico de buenos momentos que compartas con nosotros.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, un beso gordo, y Feliz 2009.
INSTIGADOR.- No te pases maestro, que no se si la humanidad podrá soportar un solo dios más. De todas maneras si no tiene mantenimiento ya es mejor que lo que hay.
ResponderEliminarMakiavelo.- Feliz año nueve.
Codorniu.- No es mera casualidad, tu eres un tipo de marca. Brut! eso si, nature.
Muxica.- Fiate solo de los santos doctores de la Iglesia. Llevamos más tiempo con ellos. San Google no dijo aquello de el corazón tiene razones que la razón no comprende...
Chana.- Desejo para voçé e para os seus un Feliz ano! E mitas e belas fotos.
A. Tapadinhas.- Sâo malucos, andan pelo âr sem licença...
Tamara.- Yo tambien disfruto contigo Rosona... Un abrazo.
Comparto esa combinación de virus y familia desestructurada. El mundo es nuestro ;)
ResponderEliminarSalud y buen año!
Que disfrutes todo lo posible del año que acaba de comenzar, y que también nos lo hagas disfrutar a nosostros con tus historias.
ResponderEliminarNos vemos
Creo, amigo Mera, que, en torno a las celebraciones llamadas navideñas, de frío en Europa y calor en Sudamérica -las dos las pasé varios años, lógicamente más las frías que las calurosas- estoy de acuerdo contigo. Me gusta comer fuerte cuando me apetece, beber caro cuando puedo (y no he de conducir) y no al sonido de una trompeta, aunque sea celestial. Me gusta que me regalen libros, discos y películas durante todo el año incluido el dia 366 de los bisiestos y como soy agradecido, tambien regalo con la menor disculpa.
ResponderEliminarOdio las cestas navideñas con el turron, el bote de melocotones, el chorizo, las almendras y el cava que recibía mientras estuve en activo, aunque he de reconocer que me sirvieron para hacer muchas caridades a quien necesitaba más que yo. ¡Mira que la gente es hortera! Se fija más en la cantidad que en la calidad. Si me van a regalar algo, por el motivo que sea, prefiero una sola botella de la famosa Viuda que todo ese lote que desborda el cesto.
Solamente hay algo que me hace disfrutar en estos días y es la retransmisión del concierto de Año Nuevo desde Viena. Me siento ante el televisor y si puedo estar solo, mejor. El de este año con Barenboim fue genial, pero si quieres saber algo de él, suponiendo que no lo hayas visto, o si lo viste para contrastar opinión, pásate por mi blog.
Y mis deseos de felicidad no se quedan tan pacatos que se reducen a una Navidad o incluso a un año. Mis deseos son para toda la vida.
Un abrazo, paisano
Irreductible.- Gracias amigo por la visita, te leo.
ResponderEliminarMiguel.- Sabes que el placer es mutuo, desde luego el tuyo mucho más currado.
Albino.- Gracias maestro por dar color, sigo leyendote y desde luego siempre escucho el concierto. Este año estuvo muy gracioso. Un abrazo.
Hola Farero!!!!!!
ResponderEliminarEmpecé por leer este post, ya leeré los otros sobre los Faros.
Yo que sé si sos iconoclasta o no.
Lo que sí sé es que son un gran tipo y un "músico", como decía mi abuelo de mi bisabuelo.
Un beso, es decir dos, uno para tí y otro para tu Santa, bueno tres, otro para Doña Generous