jueves, 30 de julio de 2009

HIJOS DE LA CASUALIDAD


En el club de muertos de hambre al que pertenezco no admiten hijos de puta. Es por eso por lo que solamente estamos unos cuantos que no tenemos nacionalidad y que no defendemos propiedad ni territorio alguno. Para entrar en el club me hicieron jurar por mi testículo heterogeneo que reprimiría mis instintos homicidas cuando me encontrase ante un hijo de la gran P* que en nombre de cualquier ideología, economía o religión amenace o quite la vida de otro ser humano. Es por eso mismo que estoy en contra de la pena de muerte. Pero también estoy en contra de que cuando los indeseables son condenados, mis coimpositores y yo debamos pagarles pensión completa y derecho a la educación, vivienda y alimento. Como tutelados por el Estado los que extorsionan, amenazan, roban y asesinan, por propio lucro y como actividad principal, son alimentados por los asesinados (impuestos de Sucesiones), extorsionados (IVA) y amenazados (IRPF) durante los doce o quince años que permanecen en libertad relativa. Son los únicos que tienen derecho efectivo al trabajo y como no lo hay de sus características (la pena de muerte está abolida y no pueden estar como "ajusticiador" público) sin hacer nada tienen derecho a salario y a paro. Supongo que también este tiempo será cotizado a la Seguridad Social y valdrá para la jubilación. En el mismo saco está el agente del orden De Juana (ertzaina) que cometió asesinatos por cuenta de ETA mientras los ciudadanos le pagaban para que les protegiese, el policía o guardia que fué confidente de contrabandistas o socio de otros delincuentes, el alto funcionario que estafó al erario o usó información privilegiada para enriquecerse. A todos, en el supuesto caso de ser capturados, los mantenemos los miembros de mi club a cuerpo de rey.

El trabajo dignifica y esta vasca no sabe lo que es el trabajo ni la dignidad, deben producir cada patata que coman y resarcir a las víctimas y a la sociedad por tanto daño injustamente causado. Expertos en explosivos, una mina es un buen lugar, los de la caja "B" y los fondos reservados, pueden contabilizar los metros de túnel y el material extraído, y la producción a precio de mercado, con el 1/10 de lo que ganen se alimentan, con el resto restituyen. Hay que reformar la legislación penal y penitenciaria.

Mucho me temo que los del club de los muertos de hambre acabemos cabreándonos de verdad. Y es que los fascismos de todo tipo son tolerados por los cobardes (la mayoría). Ser valiente es denunciar a los asesinos y sus colaboradores, al funcionario corrupto y al político sinvergüenza. Ser valiente es dar la cara. Ser inteligente es evitar que te la partan. En el Club de los muertos de hambre no somos inteligentes, a veces ni siquiera valientes...pero no somos hijos de puta.


Dedicatoria: A los miles de guardiaciviles decentes y a la que además está buenísima.

domingo, 26 de julio de 2009

TATTOO.

Mi relación con los tatuajes viene de lejos. Cuando era pequeño, un pocero que perforaba cerca de mi casa y cuya apariencia me tenía subyugado, portaba ostentoso el emblema de la Legión y una leyenda en el brazo: "NACí PARA SUFRIR". Además su manejo de explosivos aumentaba notoriamente mi admiración. En el trolebús de Pontevedra viajaba otro aventurero que llevaba la camisa remangada y ponía AMOR DE MADRE.
Cuando era joven me sorprendían los cortes tribales en el rostro de los africanos y algunos tatuajes en las mujeres rifeñas. Me sorprendió más que mi amigo el cocinero del MONTE AMBOTO, como los caballos de Pura Raza Árabe, llevase el registro de su paso por la Legión tatuado en la parte interna del labio inferior.
En otro barco, un engrasador vino desesperado a decir que la noche anterior, en una locura de amor, dejó que una prostituta dejase su nombre con un corazón grabado en lo pudendo, un mes más tarde debería reunirse con su joven esposa. En el botiquín de abordo no podíamos solucionar semejante emergencia. No supe como resolvió el asunto...
El Capitán Niesing, naufragador del Stardust, llevaba a bordo de su brazo un tres palos completo con toda su jarcia y las velas desplegadas.
Vino la era de las grafías diferentes y los dibujos aparatosos. En la playa de Castelldefels una joven gorda llevaba unas alas como estas.



El otro día abordé a una joven preciosa, de cintura desnuda, que mostraba sobre los simpáticos hoyuelos de su trasero, una inscripción en árabe.







-Perdona, ¿que significa lo que llevas puesto en árabe en la parte de atrás?.
-El nombre de un chico.
-Creo que no, que llevas escrito "En el nombre de Dios , clemente y misericordioso...
- ¡¡No jodas!!!

Dias pasados fui al todo a cien a comprar tinas de plástico para la salmuera. La joven de la caja era una gallega gordita con un tatuaje en indi en el antebrazo.
-Tienes un tatuaje en chino, ¿me lo dejas ver?.
Me lo enseñó.
- Significa "vehículo rápido".
Se quedó helada, pagué y me fui.
Debo reconocer que copié esta última intervención de un programa de la tele, donde uno que se lo había hecho en chino en el cuello, se quejaba de que todos los que sabían mandarín se reían cuando lo veían, pues en vez del "paz y amor" que había encargado, llevaba escrito "vehículo rápido".



Fotos de la web.
Página de tatuajes japoneses http://honey-tattoo.blogspot.com/
A Alberto apasionado del Tattoo

lunes, 20 de julio de 2009

PESQUEROS. EL M/P VIMIANZO.

Popa de un arrastrero después de virar el copo. Imagen de la Web.


Salvo mis cortas etapas como marinero en el "Chiquita 2º" debo decir que mis estancias en pesqueros, como tripulante, no son de grato recuerdo.

Al desembarcar del "Montserrat" deseaba conocer una vida más dura y un servicio que me diese más experiencia. El día de mi desembarco encontré en el muelle de Vigo a Faustino Lorenzo Rial, un telegrafista de Combarro con el que había compartido vinos en la Coruña, se desembarcaba de un pesquero que estaba en reparación procedente de Sudáfrica. El Oficial de Radio era de la plantilla de una empresa intervenida por el Estado, "Hispano Radiomarítima S.A." Aquella empresa alquilaba los equipos a las navieras y con ellos los servicios del Telegrafista. Firmé el contrato con Hispano y me presenté en el barco.

Era el primer arrastrero por popa construido en España y el más grande 1.700 T.N., era relativamente nuevo . "S.E. el Jefe del Estado dió el primer lance en Vigo el xx/xx/xxxx". Estaba escrito en una placa en el comedor de oficiales. Todo el mundo, excepto el practicante, era joven. Con veinte años recién cumplidos era yo el Oficial de menor edad.

Un repaso a la telegrafía reveló que los repuestos de los equipos eran insuficientes, y como exponente de herramientas se encontraban en un cajón un martillo y un polímetro quemado. Estaban acompañados de un destornillador y un soldador gigantescos.

Lo comuniqué al Inspector de la compañía y no me hicieron ni puto caso. Las baterías de socorro tenían cinco años de servicio como mínimo. Aquellas si que eran buenas baterías.

Navegaban como Capitán y Segundo Oficial dos hermanos Fernández Tapias. Habían obtenido el Título de Capitán de Pesca recientemente y procedían de la Mercante. El capitán anterior, al parecer un personaje, había fallecido a consecuencia de un infarto.

A proa bajo cubierta se alojaba la tripulación. En las cubiertas bajo el puente los oficiales y la cocina. A popa estaba la maquinilla de virar el aparejo, y bajo ella el parque de pesca, el túnel de congelado y la bodega.

El aparejo es un saco de decenas de metros donde la malla se hace mas estrecha hacia el fondo. Es arrastrado por el barco mediante cables y su profundidad de arrastre y apertura de la boca se controla mediante unas "puertas" de acero amarradas al arrastre. Las mallas de cada sección del aparejo se calibran de acuerdo a disposiciones internacionales, según la zona de pesca y el tipo de captura. Las capturas no autorizadas se tiran al mar. Ello supone muchas veces deshacerse de veinte toneladas de pescado muerto. Un capitán alemán me decía que los japoneses y los rusos son peores, el pescado muerto no vuelve al mar, lo convierten en harina. Yo no podría decirlo.

El barco sale a la mar con dos o más piezas de aparejo, con combustible y suministros para tres o más meses.

La destreza del Capitán o Patrón son los que hacen que la expedición sea rentable. Los conocimientos no se transmiten de unos a otros, pues suponen que cualquiera que aprenda puede convertirse en un competidor. El buen mando es aquel capaz de conseguir un conocimiento global de las costumbres de las especies en base a conocimientos parciales de otros.

Ese es el que genera riqueza para la Compañía, para si mismo y para la tripulación. Entonces, 1971, y creo que ahora, las retribuciones eran "a la parte", un porcentaje de las capturas eran destinadas a la tripulación, distribuido según grado a bordo. Los telegrafistas teníamos además un salario de garantía que superaba los mínimos, en caso de que no se pescase.

Salimos para la Costa Este de USA el 2 de octubre de 1971. Diariamente comunicaba a Pescanova nuestra posición, recibía noticias para los tripulantes, unos cuarenta, y las enviaba "navegando a caladero sin novedad punto besos ramon" "te queremos y extranamos todos punto besos maruja" "Hoy fallecio papa enterramos manana abrazos rodrigo" y así, nacimientos de hijos, muertes de hermanos...

La Radiotelefonía del barco era de onda media, Faustino me recuerda hoy que era de las que llevaban de mochila en la guerra de Corea los americanos. Solo se utilizaba para el tráfico entre pesqueros.

A la semana de estar en el caladero con el barco en arrastre esperaba mi turno para pasar y recibir los telegramas de Aranjuez Radio. El barco aproaba a la mar con mar muy gruesa.

Lo percibía por los libros y manuales que se iban esparciendo por el suelo, por las botellas de refrescos viajeras caídas de un armario abierto por un bandazo y la trepidación, y por mi propio mareo. Noté como los motores se aceleraban y el transmisor de onda corta hizo puf. Avisé en el puente de que no teníamos onda corta. Manolo un Radio de la misma compañía en el "León Marco dos", hizo de "puente" y me recibía y transmitía el tráfico. Algún oficial se permitió amenazarme: "Como no tenga telegrama de casa te vas a enterar". No me enteré, pero su mujer no le escribió. Culpa mía. Una sonda que viajaba a remolque en el copo se estropeaba regularmente a las dos de la mañana y cuando a las cuatro esperaba a que la izasen colgada del copo vacío, para repararla, notaba las miradas de desconfianza u odio de toda la tripulación. Llegaron a decirme que mi tranquilidad se debía a mi salario de garantía.

Ese día, en la comida en la cámara de oficiales presenté al Capitán un informe detallado de todos los elementos que habían resultado dañados del transmisor de onda corta y le pedí que firmase el duplicado. Le recordé mi aviso antes de salir a la mar. Cuando me pidió una solución le sugerí que podía transbordar en la mar al "Sotomayor", un barco que pescaba a la pareja y nos entregaba su pesca, al estar sus bodegas completas. Tenía un equipo de radio precintado que podía intentar poner en marcha. Me transbordaron en alta mar y no fui capaz de comunicar con el equipo del "Sotomayor", tampoco pude saber si podía despiezarlo, pues en el transbordo dejé los manuales a bordo, el transmisor era diferente, le habían sido retirados los manuales y el Patrón no estaba muy por la labor. Tenía las mismas dudas que yo.

Durante dos semanas hubo dos temporales encadenados, cuando la mar calmó y los barcos volvieron a pescar, a intentarlo en el caso del Vimianzo, me transbordaron. Aquella noche transmití cifrado el telegrama en que el Capitán pedía mi relevo en el puerto de Nueva York. Al día siguiente el Delegado de RCA en Brooklyn recibía mi telegrama pidiendo asistencia técnica.

Atracamos y además de la inmigración yanki, allí estaba el técnico de la RCA. Le expliqué la situación y le pedí que hiciese un informe escrito y exhaustivo. El informe coincidía punto por punto con mi descripción de la avería. Repuso los elementos dañados y se fue. Hice mis maletas, pedí cien dólares de anticipo y me fui de copas.

No sabía yo lo que era una autovía, pero me conocía como funcionan los muelles. Siempre hay un agujero en las vallas para no ir por la puerta. Brooklyn no era una excepción. Subí un pequeño terraplén y me encontré en el acceso al puente. Decidí parar un taxi para no cruzar el puente a pié. Cuando se ve un tipo cruzando a pié un puente enorme es un marinero. Un coche venía con una luz azul, le señalé parada y paró. No era un taxi, bajaron dos policías, me cachearon, pidieron la documentación y me llevaron a una estación de metro al final del puente. Todos los indicadores del metro estaban arrancados, quedaba su huella pero no sabía que dirección tomar. Vi un negro en el andén. Era un hombre mayor, como yo hoy. Cuando me iba acercando para preguntar, empezó a correr. No estaba dispuesto a dejarle escapar, hice mi pregunta sin parar de correr.

- ¿Que linea debo tomar para ir a la calle 42 esquina quinta avenida?

-Debe tomar la linea siete, al otro lado del andén.

Cuando me tomaba un "whiskey" en medio de putas latinas, alguna de mi país, estaba pensando que nunca viviría en U.S.A. Tambien me prometí no volver a embarcar en un pesquero. Esta parte no la cumplí. Un día de estos iré a USA. Por ver si las cosas cambiaron, o si cambié yo.
Hispano Radiomarítima me destinó el mismo día de mi llegada a Madrid al carguero "Eolo" de la Naviera Bilbaina. Mi informe causó una potente impresión. Desde entonces me hice aficionado a los informes. Espero que este no haya sido demasiado pesado.
Intentaré conseguir fotos del Vimianzo.

miércoles, 15 de julio de 2009

UNA DE MINISTERIOS.

Elena Espinosa. La Ministra de los Medios.

Una cosa es ser Ministro otra ser Super Ministro. Cuando dicen Ministra de los Medios, no se refieren a una que da conferencias de prensa, se refieren a la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino. A la que siendo Gerente de la ZUR (Zona de Urgente Reindustrialización, tiene cojones) de Vigo no hizo otra cosa que cobrar su sueldo. Discípula de Abel Caballero fue nombrada Presidenta del Puerto, desincentivando a quien trabajaba e incorporando a la plantilla a su servidumbre.

En uno de los medios que controla han descubierto el interinaje. En el camino desaforado hacia la privatización de los servicios públicos, con la connivencia de las organizaciones sindicales, la experta y sus asesores cubren plazas a destajo, aprovechando la desesperación del personal. No importa quien mande, los curritos tienen que estar en precario, son más disciplinados y manejables. Esta miembra del Gobierno en 1996 se blindó su nombramiento con una indemnización millonaria (10.000.000 de ptas.) en caso de cesar como Presidenta de la Junta del Puerto. Este blindaje tuvo que ser anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Desde su nombramiento como Ministra se desplaza para pasar el fin de semana en Vigo, alguna vez en aviones del Estado (Ejército del Aire) con el consiguiente despliegue de escoltas, chóferes, etc. Esta gente para ahorrar presupuesto contrata ahora "funcionarios interinos" como en la posguerra. En la convocatoria no se dice el número de plazas que se convocan. Los aspirantes han tenido que desplazarse, y no les pagan, para hacer el Curso de Formación de un mes, para ejercer funciones durante seis. No saben a donde van a ir destinados ni cuanto van a ganar. Menos mal que estos dicen que son de izquierdas. Dentro de unos meses redescubriremos las cesantías. Los nombramientos a dedo y los abusos llevamos muchos años sufriéndolos. Un fin de semana en Vigo de la Ministra- que no está cobrando el salario base-, daría para pagarle los cursos a estos buscadores de empleo, que si van a dar la cara por el Estado, no estaría de más que se les paguen sus servicios y formación.

Hace mucho tiempo que creo que lo que hay que privatizar es el Gobierno, contratárselo a una empresa de gestión y la más alta representación contratársela a els Joglars. Manden sus plicas. http://www.aemet.es/documentos/es/anuncios/convocatorias/laboral_e_interinos/Orden_convocatoria_Relacion_Candidatos_Obs.pdf

domingo, 5 de julio de 2009

MARINA MERCANTE. T/N "MONTSERRAT"

El "Montserrat" cuando aún era Castell Verde, conservando la V de Vlasov.
Mis actividades como marinero en el "Chiquita II", el "Monte Amboto" y como delegado de "Decormetal" (Artesanía en metal), hicieron que terminase mis estudios un poco más tarde de lo que se esperaba de mi probada capacidad en los bares. Con la eficiencia que caracteriza a la administración marítima española y a la educativa, los que empezamos los estudios antes del 69 no tuvimos que hacer prácticas, los que empezaron ese año y sin perder curso, terminaron al mismo tiempo que nosotros, tuvieron que hacerlas (100 días de mar).
Salíamos todos sin puta idea de la realidad, pero los que salíamos sin prácticas a navegar, sometíamos al resto de la tripulación al riesgo añadido de que mayoritariamente lo hacíamos solos, sin nadie de nuestra especialidad que pudiese decir: Mejor hazlo así.
El mismo día que me dieron el certificado de examen, después de pagar los derechos para la obtención del título me oferté por correo urgente a todos los consignatarios y navieras que pude conseguir en las páginas amarillas. Me avisaron por telegrama de Meino von Eitzen, c/Falperra, 12 Vigo, para embarcar en un alemán y esa misma tarde para embarcar de Tercer Radio en el Trasatlántico "Montserrat" dos días más tarde en el puerto de Vigo. Me excusé con los de Von Eitzen, y les dije que mi experiencia no era suficiente para su destino, me dijeron que debería pensarlo antes. Confirmé mi embarque en el buque de pasaje y fuí muy contento a decirselo a mi amigo Fernando Liste, que acababa de suspender la astronomía de Piloto.
-¿Tienes uniforme?
Ni lo había pensado. Me prestó los suyos de Alumno que me quedaban un poco cortos y ajustados y solo tuve que comprar unas palas (galones para los hombros) y encargar una gorra en Odilo, sastrería civico-militar de Vigo.
Embarqué en el muelle de trasatlánticos de Vigo el 17 de junio de 1971. El Primer Radio, un madrileño de la escuela oficial de Telecomunicaciones, me presentó al Segundo y ambos fueron informándome de mis obligaciones. Poner el pasodoble "Suspiros de España" en un magnetófono de cinta por la megafonía del barco a la entrada y salida de los puertos. Recibir las noticias de Radio Nacional de España y mecanografiarlas en papel de multicopista que el camarero llevaría a la imprenta. La edición inglesa la escribía el Primer Radio. Atender en mi guardia de 00-04 y 12 a 16, partes meteorológicos, avisos a navegantes, listas de tráfico de Aranjuez Radio EAD y Portishead GKA, además de la obligada escucha en la frecuencia de Socorro (500 kc/s).
Acompañaría al Sobrecargo y a los demás terceros oficiales en las comidas de bienvenida a la clase turista, mayoritariamente jamaicanos, con fuerte sentimiento racista. Mi camarote era una cama de unos noventa centimetros de ancho y ochenta de altura, con cuatro cajones bajo ella, situado en la cubierta bajo el puente al lado de la Estación de Radio, tenía unos siete metros cuadrados y un ojo de buey, una mesa, una estantería, una silla y un sofá que completaban el ambiente. El suelo era de sintasol, veteado en azul y blanco y los mamparos estaban pintados color crema.
Después de estar de marinero en el Monte Amboto construido 1928, el Montserrat de 1944 me parecía una maravilla, su receptor a reacción- casi una radio de galena-, con ojo mágico, que solo se estudiaba como curiosidad en las escuelas, hasta me parecían divertidos. El hecho de que no se pudiesen hacer conferencias radiotelefónicas, por no existir una miserable estación de telefonía, cuando en todo el mundo desarrollado hasta los taxis podían hacerlo, era para mi una bagatela. La estación VHF era un transceptor de válvulas en el puente que funcionaba a veces. Había tres walkie-talkies para la maniobra. Todo pintado, el sintasol, tiro al plato por las mañanas, la piscina en popa (tapa de una bodega), los bailes.... Mis diecinueve años estaban que no cabían en el uniforme de Fernando.
La tripulación la formabamos, Oficiales: el Capitán Merino un señor de Santander, en todos los sentidos. Primer Oficial gallego, Segundo Oficial Aldámiz, Terceros oficiales dos, uno de Meira y otro asturiano, Tarrío. Dos Agregados (alumnos de Puente). Un Jefe de Máquinas de Vigo, Primer Maquinista Aldámiz, hermano del anterior, un segundo Maquinista, tres terceros (Mecánicos Navales) Dos alumnos de máquinas que realizaban sus días de mar en Vapor, dificiles ya en la época. En la Fonda primer y segundo sobrecargos. En la Radio, tres oficiales, un primera Clase, y dos segunda clase, uno sin puta idea: yo.
Hospital: Un medico y dos ATS. El medico era de Santiago, se llamaba Antonio y era un joven internista magnífico. La ATS era una enfermera de la guerra, hacía contrabando de perlas y oro, era vasca, se llamaba Begoña y el día que le pusieron los galones de Oficial dejó de hablar con sus compañeros de Maestranza. Eso sucedió el día que llegué. Le llamaron de todo y fué a quejarse al Capitán :
-Estoy ocupado, déjeme en paz con sus chorradas.
Se fué llorando...
El otro ATS, era un tipo magnífico de la S.S. de Vigo.
Había además un ofical-cura católico, sin demasiado éxito, me hice amigo suyo (único) y me regaló una garrafa de magnífico vino de consagrar. Era de Lugo y soltero, me dijo que era virgen. Su soledad me resultaba conmovedora.
En la maestranza estaban un Mayordomo, un calderetero, dos contramaestres, cuatro cocineros, un pañolero y la tripulación se completaba hasta unos doscientos, con unos sesenta camareros, marineros, engrasadores, mozos de cubierta, administrativos, impresores, músicos, los bomberos y un paje. Este último era un chico de Cangas y congeniamos enseguida, lo único que sabía decir en inglés era "ice-cream" e iba vendiendo helados artesanos, muy buenos, por las cubiertas en la travesía. En las maniobras de atraque y desatraque atendía al Capitán. Los bomberos eran todos del Morrazo y hacían además funciones de guardias de seguridad. Soy testigo de que dos de ellos le ponían una camisa de fuerza a un jamaicano de dos metros en pleno mono, en un abrir y cerrar de ojos. Lo metían en un camarote acolchado a esperar al médico y aqui paz y después gloria. Algunos pasajeros reaccionaban violentamente cuando se encontraban en alta mar rumbo a Jamaica. Siempre sospeché que los amigos ingleses que los acompañaban, eran policias que los despachaban dopados con un billete barato. Un descanso para las autoridades locales.
Un directivo de la compañía era de, o veraneaba en Meira. Por eso muchos tripulantes eran de allí. Los sueldos eran más bajos que en cualquier otro barco, pero se compensaba con lo que llamaban "faifa", contrabando. La llegada del barco era un paseillo de carabineros, policias, guardamuelles, guardia civiles de diferente graduación, parientes y conocidos, que invertían sus ahorros, ganados honradamente, en el lucrativo negocio de la importación ilegal de tabaco, whisky, perfumes, oro, perlas y en algunos casos marihuana. La corrupción en los muelles era tal, que la de ahora los viejos no la notamos.
La comida a bordo era francamente buena, se comía a la carta y empecé mi aprendizaje de comer en sociedad, que me está costando...
En el comedor de oficiales había una nota que decía que los oficiales estaban invitados a las fiestas del Capitán, donde deberían dedicar su atención a las personas más desatendidas. En aquella época el sexo en mi ambiente, no era pecado, era un milagro. Así que atendíamos lo que se podía. Y se podía.
El "Monserrat" se alternaba con el "Begoña" en la ruta del Caribe, ambos habían sido transportes de tropas en la II Guerra Mundial, de la serie "Victory". Su ruta era una maravilla: Southampton, Santander, La Coruña, Vigo, Las Palmas, Tenerife, Port of Spain (Trinidad), La Guaira, Curaçao, Kingston (Jamaica), en ocasiones San Juan de Puerto Rico o Cartagena de Indias, y vuelta. A veces hacíamos una escala en Lisboa para llevar peregrinos de Venezuela a Fátima. Esas peregrinaciones eran particularmente divertidas, especialmente para camareros y oficiales de mayor edad.
La Trasatlántica se inventó unos viajes de Cruceros por el Caribe con pasaje venezolano mayoritario, algún americano despistado o inglés excéntrico. Para darle caché invitaron a Miss Europa 1970, la tinerfeña Noelia Afonso, que vino acompañada de su hoy esposo el empresario Santiago Puig, cuyo padre desde las Cortes franquistas, impulsó el aeropuerto de Tenerife Sur y su entorno turístico, comprando aquellos campos improductivos y transformándolos en el emporio que hoy son. Noelia y su novio eran amables y amistosos con un chico tan tímido como yo, pero la que realmente me gustaba era su hermana, una mujer inteligente y bellísima, que se lió con el tonto de mi jefe, el Primer Radio, que la dejó escapar. Tambien me parecía hermosa la mujer del Capitán Merino, una mejicana muy simpática que vino al crucero. En mi corazón adolescente quedó grabado su rostro el día que me dió las gracias por arreglarle la plancha.
Los cruceros fueron un desastre, pues en el primero y el segundo no funcionó el aire acondicionado, como en todos los barcos españoles, y el tercero, las agencias ya no fueron capaces de venderlo. Lipotimias, gente durmiendo en cubierta y el camarero que me traía el café de las doce de la noche, con mi trocito de tarta, cayó fulminado por una trombosis de la que falleció dos días mas tarde, rodeado de ventiladores en la enfermería. Era su último viaje, tenía sesenta y nueve años. El doctor Torre hizo un embalsamamiento que permitió un entierro al estilo de la época, imagino a las comadres diciendo en el ataud: ¡Mira! Parece dormido el pobre...
Noelia Afonso, su novio y su hermana desembarcaron en Puerto Rico y se fueron en avión.
En mi último viaje en el Monserrat intenté desembarcar en Venezuela, tenía un atractivo especial la sobrina del Embajador en Madrid, que había viajado con nosotros. Fuí al Capitán a decírselo. Me recibió en su despacho, era un tipo con mucha vida, mucho éxito con las damas y con una mirada que taladraba. Me miró y cuando terminé de exponer mis pretensiones, me dijo:
-Usted juega a "soy muy joven y no sé". Tiene una inocencia fingida. Es ilegal que yo le desembarque en un puerto extranjero. No tiene usted ni puta idéa.
Mi amiga me estaba esperando en la Guaira y al bajar a saludarla, nos detuvo la policía al medico, al practicante y a mi. Nos retuvieron en un cuartel de bomberos hasta la salida del barco. Mi amiga, desconsolada, esperó todo el día a que nos devolviesen al barco. No volvimos a vernos.
Yo me sentí frustrado en mi vocación de trotamundos y en mala hora, al llegar a Vigo desembarqué y me enrolé en el "Vimianzo" un pesquero de Pescanova que salía para Boston. Hicimos viveres al lado del Montserrat. El Capitán me vio en el muelle.
-Mera, no tienes ni puta idea, ese barco no es para ti.
Dijo, asomandose por el alerón. Estaba convencido de que una vez más el Capitán Merino tenía razón.
CARACTERÍSTICAS.-
Construcción: Baltimore 1944. Tranporte de 1.800 soldados y carga en cuatro bodegas.
Nombre original: Wooster Victory. Llamado así por la contribución del Wooster College al esfuerzo bélico.
Pabellon:USA.
Eslora: 139 m.
Manga:19 m.
T.R.B. 9001 T.B.
Propulsión. Turbinas triple expansión 8.500 C.V.
Velocidad: 15-17 nudos.
Pasajeros en 1971: Clases Turista y Especial 650.
Tripulantes: sobre 200.
Los Victory en 1945 esperando para repatriar americanos.
Otros Nombres y Pabellones: Wooster Victory, Argentina y Panama, Naviera Vlasov. Inmigrantes a Australia y Judios a Israel. Castellverde, Italia. Inmigrantes ingleses, portugueses españoles e italianos a Australia y America respectivamente. Montserrat, España. Desde 1957, emigrantes españoles a Venezuela y Antillas -Reino Unido. Hasta su desguace en Castellón en 1973.
Radio: Equipos II Guerra Mundial. Telegrafía, Banda de 500 y 4,6,8,12.16 y 22 Mhz.
Equipos de Navegación. Giróscopo, Piloto automático, Radar (1), Gonio (acústico, antiguo)