Una nube volcánica visitó el aeropuerto y como consecuencia de ello lo cerraron. Los fabricantes de turbinas de avión establecen que cantidad de ceniza pueden recibir. Es como lo del tabaco. Inhalar ceniza volcánica produce impotencia en los aviones.
Mi colega anterior me avisó que no diese datos a la prensa, que los modelos numéricos de predicción de la evolución de cenizas volcánicas los llevan los británicos y esa gente se mosquea por nada.
Cuando sonó el teléfono a los quince minutos de hacerme cargo del turno, pensé: Ya empezamos.
Pero no, era el recepcionista de Aena.
- Mera, que están aquí las azafatas que no tienen a nadie que hable alemán...
-¿Y?
-Que hay un señor al que no entienden...Si pudieses echar una mano...
Bajé, pensé que era del Este, que los hacían aprender ruso. Los occidentales casi todos entienden inglés y/o francés.
El alemán tendría mi aspecto si hubiese yo seguido navegando y no me cuidase mi Santa. Le expliqué con mis cinco palabras que estudio alemán pero no sé casi nada.
Me dijo que iba a Frankfurt y que había perdido su conexión , no tendría vuelo hasta el día siguiente, que si podría dormir en el aeropuerto.
Los de seguridad dijeron que no. El aeropuerto se cerraría desde la una hasta las cinco. Les pedí que lo identificasen y lo subiesen a la oficina, donde podría utilizar el diccionario del ordenador y simultanearlo con mi curre.
- Estoy trabajando aquí desde hace seis semanas- me dijo el alemán -y ahora intento llamar a mi jefe y no contesta.
-Y ¿como se llama su empresa?.
-Baas...
-Y donde están trabajando?
-No sé. Vine en taxi.
-Wir arbeiten im Schlachthof. (Trabajamos en....)
Pensé: Hof es estación pero...¿ Schlacht?
-Me escribe Schlacht, por favor.
Cuando iba a teclear el palabro en el diccionario, le brillaron los ojos, sonrió y dijo
-Schlacht.... Kuiiiiick, Kuiiiick , Cuuuuiiiiick.
-Matadero de Porriño?
-Avise por favor al alemán encargado de "Baas", que tiene a un empleado perdido en el aeropuerto....
Dejé al alemán en la salida y volví a contar nubes (Wolke erzahlen) muy satisfecho. No hay nada como hablar idiomas.