Mis abuelos, mis padres y yo somos gallego-parlantes. Me aterroricé cuando la lengua entró a formar parte de la ideología nacionalista como seña identitaria y no como vehículo de ideas. Los afortunadamente breves periodos que estos ideólogos permanecieron en el gobierno de la autonomía fueron aprovechados para inventarse una lengua cuyos recursos gramaticales y semánticos se alejen del castellano y del portugués, sus hermanas o hijas romance. Los penosos intentos de "celtizar" el idioma que sobrevivió a imperios y dictaduras han dado como resultado que los jóvenes siempre sabios, desprecien lo expresado en esa lengua, la consideren asignatura hueso-de-plástico y generen en su cerebro una aversión a otras asignaturas troncales que por imposición legal o del profesor se dan en la lengua territorial. Tiene razón la mayoría de los jóvenes al no escuchar el penoso discurso artificial de los políticos. Al no participar en el patrioterismo chabacano de los que pretenden forrarse siendo cabeza de ratón, los grupos de patriotas a lo Chávez que se apropian de recursos mientras su pueblo es cada vez más un museo donde los escasos asistentes a los parvularios llevan mandilón con banderita y se les enseña más a ser patriotas que personas.
Las lenguas siguen vivas a pesar de los lingüistas. Solo las mata la decadencia histórica y de ellas nacen otras nuevas, que son irremediablemente la suma de muchas decadencias.
FRANCISCO VARELA LOSADA es el autor de "Un epitafio axeitado". En castellano: Un epitafio adecuado, su primera obra. Me gusta por estar escrito en un gallego que mi abuela analfabeta disfrutaría si se lo leyesen. Es una historia de detectives, novela negra llena de luces, generadas por la inteligencia y el sentido del humor del autor. Es un joven que se gana la vida en lo que puede. Capaz de buscársela lejos de su licenciatura, navegando mares o fregando platos. Espero por el bien de las lenguas vivas que pueda ganarse el sustento escribiendo libros. Un castellano parlante culto puede entendernos sin traductor simultaneo. Los gallegos algo leídos entendemos a los autores catalanes sin problemas. Como en cualquier buena novela negra los asesinos de las lenguas son los que dirigen las políticas lingüísticas, una pena que algunos enseñantes sean matones a sueldo.
TITULO: Un epitafio axeitado. ISBN: 978-84-15166-05-4
Edicións Morgante. 2010.