miércoles, 27 de febrero de 2008

HOMBRES DE PROVECHO.

A los niños de mi época nos educaban para ser hombres de provecho. No se si era en todas las familias o solo en la mía. La verdad nunca oí a nadie decir: tienes que estudiar mucho para ser una mujer de provecho el día de mañana. Pero me machacaron con lo de ser un hombre de provecho. Tarde muchos años en saber para quien.
En realidad yo no quería ser de provecho, quería ser el Capitán Trueno. Eran unas historietas gráficas, con varios personajes, el Capitán, un caballero cristiano, como no; Crispín un chico muy valiente, Goliat, el tuerto forzudo y la princesa Sigrid. El Capitán era como un Tampax, igual valía para montar a caballo, que para viajar en globo (en el S. XIV), cruzar la mar a nado, enamorar a la rubia princesa o derrotar en lucha desigual a quince sarracenos. Además, como era de papel no olía mal despues de todos estos trabajos.
En casa me prohibían leer historietas, mi libro de cabecera debería ser la enciclopedia Álvarez, decían que los Tebeos, así las llamaban, atontaban a los niños; era igual, pues las leía en casa de los vecinos. Una familia llamada "os Belchins", que eran cesteros y mi primo Benito eran mi principal fuente de suministro de imatina, la droga con que se excita la imaginación de los niños.
Mi primo Benito, que era tan bueno que no pudo superar el encuentro con el mundo adulto, se convirtió en mi complice. Un paraguas de los enormes, llamados parroquias, habilmente manejado por un niño de cuatro o cinco años puede ser un paracaidas, si se amarran las varillas con unos cordeles al puño, en un día de viento puede ser globo. Cuando ocurren desgracias como que el viento lo destroce, sus varillas ó ballenas son arco y flechas, para el primero agrupando tres o cuatro. Luego nos poníamos por turnos con una manzana en la cabeza y éramos Guillermo Tell. Unos tablones podían ser un barco, construimos varios y nunca fuimos capaces de hacer flotar uno en el lavadero. Tardé muchos años en entender lo de Arquímedes.
Aprendimos a nadar en el río, nuestra familia ni siquiera sabía que ibamos a bañarnos.
Benito y yo buscábamos un muro alto orientado al sur, descubrímos que en esas condiciones había, hacia las tres de la tarde, un viento ascendente. Saltábamos con el "paracaidas" y tardábamos lo que nos parecía una eternidad en llegar al suelo.
Al día siguiente nuestra familia no solía buscar los paraguas, estos juegos eran de verano, preferentemente la hora de la siesta, en la que mis padres buscaban su propio solaz.
Nunca nos rompimos nada, ni se ahogó ninguno, ni quedamos tuertos.
Con estos y otros recuerdos he llegado a la inequívoca conclusión de que los padres somos un peligro para los niños.
Libro del día: MARTÍN FIERRO. J. Hernández.

miércoles, 20 de febrero de 2008

PEDRADAS.YURI GAGARIN.

Entre los pilluelos que pastoreábamos el monte había un deporte estupendo. Era lo de esquivar pedradas. Dos tiradores tiraban piedras, pudiendo ponerse de acuerdo en la dirección y distancia del lanzamiento, el apedreado esquivaba las pedradas hasta tocar a uno de los tiradores. Era un magnífico ejercicio de reflejos y sangre fría. Todos los participantes tenemos alguna cicatriz, pero ninguno quedó tuerto. Las chicas pastoras, eran solo dos, podían tirar sin ser blanco, que era el tirador que era tocado por el blanco anterior. No vestíamos harapos, pero muchos pantalones y camisas eran adaptaciones remendadas de hermanos mayores o de padres, susceptibles de volver a casa en harapos. A veces se recibían fardos de ropa de algún emigrante en Argentina que eran distribuidos entre el personal según su medida. Se puede facilmente imaginar el colorido de nuestras batallas.
Una de las receptoras de los fardos era mi bisabuela Doña Benita Amil, que vivía en una casa próxima a la de mis padres. Cuando era niña, hacia 1870, emigró a Buenos Aires, allí se casó con mi bisabuelo. Regresaron poco después de casarse, crió en Silleda (Pontevedra ) cinco pontevedrianos, y acabó sus dias sin reconocer a los suyos con 98 años. Cuando empezó su demencia hablaba solo en su castellano porteño y a mi me encantaba. Cuando yo tenía unos cuatro o cinco años la abuela me encontró en el camino que unía nuestras casas.
-Pero criaturita de Dios, hay madres que no tienen corazón, abandonar así a un niño tan pequeño y tan bonito. Vamos hijito que te daré cobijo y siempre tendrás un trozo de pan.
Me llevó a su casa y me metió en una cesta y me abrigó con muchos trapos de los fardos de ropa americana (era verano) y yo la observaba encantado de sus atenciones y cuando estaba a punto de darme un mendrugo de pan llegó mi madre, su nieta, alteradísima de buscarme, ¡ay! Gracias a dios-...
-Mirá que criatura han abandonado, hay que ver, hay madres que no tienen corazón...
Mi madre furiosa me tomó de un brazo y me dio unos fuertes azotes: Que-no-puedes-salir-de casa. La abuela buscó en un banquito un zueco, que eran unas botas con suela de madera que se usaron hasta hace diez o doce años y le arreó un zuecazo en la nuca a mi madre, que al estar agachada zurrándome, la tenía a la altura óptima. Cayó redonda. Ahí fue cuando descubrí que los padres son abatibles.
Este "flash back" explica por que me hice mayor tan de prisa. Estuve con las vacas después salir de la escuela hasta los doce años y estaba bien pues tenía tiempo para la ensoñación, que aparte de la adrenalina de las pedradas, los canalillos de las mujeres y todo lo relacionado con el agua, era mi droga favorita.
LA HISTORIA DE YURI GAGARIN.
Había escuchado en la radio que los rusos habían mandado al espacio primero una perrita: Laika, y luego un hombre. El Comandante Yuri Gagarín.
Creía que lo de ir al espacio era una cosa larga. No podía concebir que se hiciese un viaje tan largo para volver al día siguiente, era como emigrar a América y volver a los quince días. Eso no era viajar. Me pasaba horas mirando al cielo esperando ver la nave de Gagarín. Si veía una estrella fugaz, me preguntaba si sería la nave del comandante y así meses, debió de ser que no oí en la radio la noticia del regreso.
En la vecindad había una niña rubia, bellisima y en mi ensoñación pensaba si el Comandante tiene una avería y tiene que aterrizar en este monte yo iré a casa recogeré herramienta(teníamos una gubia, un destornillador y unos alicates) y le ayudo a reparar la avería, entonces el me invita a dar una vuelta, como el cohete va muy de prisa, damos la vuelta al mundo y le diré que aterrice en el campo que hay frente a la casa de la niña rubia. Y no tendré rival.
Mientras, las vaquitas se habían ido sigilosamente, se habían comido el campo de maíz tierno del vecino y habían regresado a casa. Estaba buscándolas pero mirando las estrellas a la vez, cuando me encontró mi padre a quien el vecino dio cuenta del desastre, pues vio las vacas al salir, le cobró veinte duros de daños (un tercio de su paga mensual) Me acuerdo aun de sus sabios consejos.
Casi cincuenta años más tarde, encontré hace unos días en la farmacia (me gusta la farmacéutica) a la niña guapísima, es una matrona redondilla y un poco amargada. Le pregunté si sabía quien era Yuri Gagarín, me dijo que no, será alguno de tus amigotes, dijo. Le conté esta historia. Desde entonces, cuando pasa, sonríe.
Libro del día. El amante lesbiano. J.L.Sampedro.

lunes, 18 de febrero de 2008

11 de Septiembre (1951) Fecha fatídica.

A mi me gustaría ser como Miguel Gila, que nació solo, su madre había salido a un recado y cuando volvió le dijo: ¡que sea la última vez que naces solo!. Pero no, nací en el afamado Sanatorio "Santa María" de la ciudad de Pontevedra. Que en ese momento empezó a levitar y se convirtió en Castrofortedobaralla(1).
En aquella época la gente normal nacía en su casa como Dios manda. Mi madre que siempre consideró el parto como una enfermedad fue a que la sanaran al Sanatorio. Como ella era un poco mayor y estrecha y yo ya nací grande, emplearon fórceps, que es un sistema egipcio como su propio nombre indica. Tenía yo la cabeza blanda y quedé así. Ya veis que fue un error médico.
Los horrorosos sufrimientos que Doña Generosa tuvo para tenerme y que la indujeron a que quedase hijo único, es decir huérfano de hermanos, fueron un relato recurrente de las conversaciones de lavadero, a las que asistí atento desde que empecé a entender lo que decían las comadres lavadoras, que por mi silencio me cosificaban e ignoraban, mientras yo observaba sus generosos escotes que se movían al dulce son de la pieza lavada, arriba y abajo en las gastadas piedras del lavadero.
El maravilloso espectáculo de seis o siete mujeres echando agua por turnos en sus canalillos en las sofocantes tardes de verano, marcó mi infancia hasta que fuí considerado apto para ir con las vacas y apedrearme con los demás vándalos que con vacas o sin ellas contribuían a que el monte comunal fuese un campo de batalla donde nos ejercitamos en las artes marciales, armas líticas o de madera nos devolvían a nuestras casas agotados y esnafrados, pero respetuosos con la ley del silencio.
El monte llamado As Pías (Pila en gallego), por por unas oquedades excavadas en la roca más alta de su cima, marcó una etapa de relaciones nuevas. Hasta que fuí ascendido a la categoría de pastor, mi madre me llevaba con ella a todas partes, lo que salvo el lavadero, me resultaba terrible. Siempre me dijo que era para que no me volviese un golfillo.
Se me asignó el cuidado de una primera ternera, a la que consideraba loca, pues nunca se dejó montar, yo quería pastorear un caballo, y la conversión resultó imposible. Me planteé entonces lo de ser torero a pié. Empecé toreando un enorme macho cabrío que había en casa de mis abuelos. Había un campo plano y mi prima Luisa estaba de espaldas, con los pies descalzos metidos en la orilla del río. Hice una chicuelina al cabrón que al verse burlado embistió con furia el siguiente trapo que vió: la falda con vuelo de mi prima. Desde el río gritó: Verás a la abuela!
En vista del éxito que tuve con el cabrón, conseguí un trapo grande que no era rojo, pero tenía algunos lunares rojos, y me enfrenté a la ternera. al principio resultó mansa, no embestía, con paciencia y acompañándola con el estoque (mi vara de pastor) conseguí unos cuantos naturales, como decían en la radio. Estas tientas eran absolutamente privadas, pues la experiencia del cabrón con público había terminado mal. Mi abuela tenía mala leche.
Poco a poco, el juego del toreo hizo que la ternera y yo nos entendiesemos mejor, pero cuando estábamos ya dispuestos a presentarnos en publico: "El Niño Jozé" toreará 1 toro 1, de la afamada ganadería de D. Cándido Mera, vinieron mis padres los ganaderos a joderla, que si esta ternera no engorda, y me embistió, Joder, pues a mi ayer me tiró (traducción libre del gallego). Hay que venderla. Quise acompañarla a la feria, le dí un beso cuando se iba hacia el matadero, había suplicado y llorado, pero no hubo remedio, estuve a punto de decir que si dejabamos de jugar a reses bravas y dejaba de torearla, engordaría, pero callé cobardemente. Creo honestamente que se perdieron al mismo tiempo una figura del toreo y un ganadero de reses bravas, claro que él no lo sabía, pero yo le veía empaque.
Compraron dos nuevas terneras. No volví a llorar por otra ternera. Mi siguiente etapa podréis leerla en el siguiente capítulo. "como esquivar dos pedradas al mismo tiempo, y mi relación con Yuri Gagarín.
(1) Saga y fuga de JB.- Gonzalo Torrente Ballester. Libro del Día.

HISTORIA RECIENTE.

Hoy estuve (56) hablando con mi madre (85), hablamos del pasado pasado, no del reciente. Todo empezó por la política. Y no quedó más remedio que volver a la historia, y para pasado pasado el nuestro, no somos medievales, pero hemos vivido una cultura anterior a la romanización, en dos generaciones. Y volvemos a la cultura imperial. Hoy escuche a Zapatero una propuesta electoral sorprendente: 33 % de las enseñanzas en inglés. Personalmente soy partidario de más enseñanza en las ingles. Si es por el progreso y mayor comunicación con más población mundial, el chino mandarín no esta mal. Si es por comunicación con nuestros afines, no estaría mal que potenciasen la enseñanza del español, no hay más que ver lo que los hispanos escribimos aquí y como lo hacemos, los que peor nos expresamos somos sin duda los españoles, hemos perdido vocabulario, hemos perdido capacidad de expresión. Eso sí todos hablamos inglés. Así seremos más exportables.
Hemos entrado en un papanatismo tan extendido, que podemos escuchar a nuestros políticos decir las mayores estupideces, y además de no ruborizarnos les votamos, que se le va hacer.
Para poner remedio a esta situación mis asesores políticos me han dado tres consejos :
1º. Que no intervenga en política. Estoy condenado al fracaso.
2º. Que escriba sobre el pasado. No tengo futuro.
3º. Que cuente mi historia, a veces es divertida. Y parece de verdad.
Asi pues, no perdáis el primer capítulo de "Mi vida, dos milenios de desperdicio"

viernes, 15 de febrero de 2008

MARINO

Ando a veces tan despistado que no se si quiero vivir en la mar o vivir mareado.

LA BODA.

Hace dos días me llamó Héctor, que es mi hijo mayor. Después de hablarme de sus dificultades investigadoras, de los problemas con las publicaciones, como que no quiere la cosa me anunció que se casa. Me dijo que su novia, un encanto que se llama Nathaly, había pedido formalmente su mano, y que él a la vista de la perseverancia había graciosamente aceptado. Detrás se oían enérgicas protestas.
Al preguntarle cuando tenían pensado casarse, contestó que aún no sabían. Donde, un misterio por resolver. Héctor trabaja en Copenhague, su prometida vive y trabaja en Pensilvania, ella dice que en Transilvania.
Mi madre que quiere mucho a su nieto, volvía de dar sus paseos de nuestra casa a casa del herrero, me da el parte de las veces que hizo el recorrido, hablamos en gallego: "hoxe dín trinta voltas hasta a do ferreiro", "Moi ben mamá, batiche-lo record de velocidade, estiveches andando vinte minutos, a seiscentos metros por volta, andiveches dazaoito quilómetros, andas a unha velocidade de cincuenta e catro quilómetros por hora". Le dí la noticia de la boda de su adorado y metiendo sus manos frías en mi cuello me dijo "mira que calientes tengo las manos" y se fué.
Me quedé con la boca abierta y con el convencimiento de que no somos normales. A veces creo que deberíamos trabajar para alguien como Fellini, si es que hay alguien que se atreva.

martes, 12 de febrero de 2008

SIMPLIFICAR.

Anoche tuve una reunión con mis asesores literarios. Me dicen que escribo una prosa farragosa, que me desvío innecesariamente del tema. Los de la otra comisión, los gramáticos, dicen que empleo demasiado las oraciones subordinadas. Debo confesar que aprobé la gramática por los pelos y jamás fuí capaz de aprenderme las normas de la ortografía. Aprecían en los temas una recurrencia.
Debo decir en mi defensa, si es que tengo, que soy hijo de mi generación, colgado de Wilhelm Reich, es por tanto el tema permanente, lo disfrace como pueda: El tema es el tema.
Lo de la prosa farragosa, ¡puf!, me pasa como en la albañilería, construyo casas que gustan, con los mejores materiales, bien aisladas, luminosas; pero luego hago una cama suspendida bajo el tejado a la que se accede por una hermosa escalera de madera que oculta un armario, con espacio para guardar sombreros de copa. La cama grande, con una ventana cenital desde la que se ve la iglesia, le llamo la cama del polvo celestial. Pero nunca hice el amor en ella, no quepo. Se podría utilizar como cama de niños, a los niños le gusta lo de subir por la escalera, y ver caer la lluvia sobre la ventana, pero tienen que ser niños pequeños, por tanto habría que poner una red para cuando se caigan por la escalera. ¿Veis como se subordinan solas las oraciones? Son tendentes a la subordinación. Espero de ellas que se coordinen y una vez llegue la primavera se yustapongan y reproduzcan. Vale.

domingo, 10 de febrero de 2008

PERDÓN POR LA PESADILLA ELECTORAL.

Quiero pedir perdón a los lectores hastiados de la precampaña electoral española, por mis constantes referencias a ella o a los que vivís en otros paises y os librais por linea fronteriza. En realidad a veces pienso que gane quien gane resultamos jodidos los de siempre. Pero no soy capaz de sustraerme a la tentación de ponerles a parir desde el silencio agitado de estas lineas.
  • Me resultan especialmente dolorosas las menciones a la formación de los inmigrantes. O las del dueño del lino subvencionado y quemado, y simultaneamente ministro de agricultura del PP a las mamografías de las ecuatorianas y la calidad del servicio de los camareros foraneos y su falta de conocimiento de nuestra variedad de mantecas.
  • El trágala de todas las opciones en la oferta impositiva, "regalándonos" unos 400!!! euros y otros, cuyo exponente económico es un elemento que se ha pagado dos años de gestión de una empresa (privatizada) con una tontería de dos millones de euros de retribuciones (creo, seguro que son más). No he tenido tiempo de ver como son los beneficios de una empresa financiada con dinero público hasta hace unos años, y como ha repercutido en su accionariado popular tan brillante gestión. Pues estos, los que se cobran dos millones de eurillos, van a dejarlos a sus herederos sin que paguen el impuesto de sucesiones, los pagarán los inmigrantes y los españolitos con impuestos indirectos. Es un programa llamado "Políticos contra la obesidad popular". Me rebotan los autócratas pseudosocialistas, y los pseudofascistas de Mr. Aznaríng. Pero no me harán perder la fé en la capacidad de los pueblos de responder.Tarde o temprano respondemos.
  • Ver como nuestros jovenes cientificos y profesionales tienen que vivir en paises que no pagaron su formación y producir alli durande los mejores años de su vida para huir de la endogamia universitaria, profesional y política de los que nos explotan y desgobiernan, me produce un doble dolor, el de ciudadano y el de padre. Mi abuelo tuvo que irse a Cuba y Argentina porque aquí no comía al ser analfabeto (que tendrá que ver), yo porque no me gustaba el ambiente y era pobre para comprarme uno, y mi hijo emigra por ser científico.

He tenido la suerte de tratar asiduamente a un grupo de trabajadores extranjeros. Una uruguaya que es Licenciada en Ciencias de la Información, empleo de integración en la cadena de montaje de Citroén, otro uruguayo, músico, chapista sin contrato en un taller de un español. Un peruano, aparejador o equivalente, pintor y montador de muebles en la construcción, mal pagado pero con contrato, una inglesa clases sin contrato, un ruso exterminador de plagas, con contrato.

Cualquiera de ellos me merece más respeto que el Sr. Arias Cañete, Aznar, Acebes, Rajoy y todo su equipo. Que por la foto de las Azores, ya me merecen el calificativo de traidores al país.

Los socialistas pueden ser peores pero son aparentemente menos ofensivos, hablan el lenguaje de los sordomudos, trajeron las tropas que los servidores de Bush mandaron a luchar por intereses de las multinacionales americanas a una guerra absurda, injusta y creo que perdida. Solo por lo último, ya me parece que han servido mejor al Estado que les paga. Es una pena que sus capacidades se vean mermadas por su esfuerzo legislativo y algunos sinvergüenzas que perduran dentro del partido, que eso si, muy serviciales y tenaces, han medrado lo mismo cuando gobernaba el PP, pero en el "ámbito privado".v.g. Elena Espinosa, Abel Caballero, y algunos otros.¡ Que Alá los guarde!, a nosotros ya lo hace la Conferencia episcopal y As mesas pola Normalización Língüistica, o los de Nom â Repressom y asi...

sábado, 9 de febrero de 2008

BIENVENU, L'ISLAM

Los hijos de la postguerra española tenemos un fuerte componente político, incluso aquellos que se han acomodado al sistema tienen un punto -a veces imperceptible- democrático. Muchos hemos transitado por el marxismo, viendo como envejecían los revolucionarios e inexorablemente se convertían en dictadores.
Así una visita a un país del socialismo real siempre me hizo sentirme como una monja de clausura, que despues de veinte o treinta años de profesión descubre que Dios no existe y que lo de la virginad era una broma trasnochada. Por cierto, ¿Porqué ha de ser importante que alguien conserve el himen?, ¿Por que los que incorporan a sus costumbres tribales la virginad judeo-cristiano-mulsulmana- defienden la ablación y consideran la virginidad reconstruida motivo de repudio con pérdida de la dote?.
En estos, días una simpática propuesta electoral de la ocurrente derecha española ha dado protagonismo a otro especimen intelectual, la hija del sacristán de los Desamparados, hija de María, que es la Presidenta del centro cultural islámico de Valencia.
En un inteligente artículo de Federico Simón en el País, Doña Amparo Sánchez defiende el uso del hiyab, y dice que sus hijos no son islámicos porque quieren vivir la vida. Entiendo que la señora ha renunciado a ello al entrar en religión.
De las muchas cosas que me intrigan del mundo de los sentimientos, considero la religión y el patriotismo como tales, es el afán proselitista. En la sociedad, el sentimiento debería reservarse al arte y la esfera íntima. El desarrollo se obtiene a partir de hechos físicos y tratos basados en la verdad de estos y la planificación de propósitos. Lo demás podrían ser cuestiones de cama. Los paises que tienen un fuerte componente religioso en la educación de sus gentes, exhiben actitudes pasionales espectaculares, pero no parece que merezcan pasar al cuadro de honor de la Historia por el bienestar de sus poblaciones, ni por su educación y desarrollo social.
Durante un tiempo que me dió el punto norteafricano, viajé acompañando al Capitán Herminio Viana Conde en su pequeño balandro "Celina" por la costa de Marruecos y Argelia, el anecdotario sería interminable, el subdesarrollo era tan terrible que solo era superado por la incompetencia y la corrupción administrativa.
Dos personas intentaron convertirnos al Islam, un ex preso condenado por violación en Argelia, que nos tomó bajo su custodia, nos acogió como hermanos, nos introdujo en los incipientes circulos islamistas, absolutamente fraternales en la época y un ex-comandante de la Base Naval de Orán, que a los catorce años ya había volado cafeterías llenas de franceses, con bombas de relojería suminstradas por el FLN.
Les pregunté a ambos por qué buscaban nuestra conversión. El primero no me respondió más que con vaguedades como: muchos americanos también se han convertido, la salvación de su alma.... El comandante con menos fé pero muchos más recursos, me respondió : Ustedes van al paraíso por convertirse, yo lo alcanzo de oficio por mostarles el camino, todos mis pecados me son perdonados de oficio. "Además, ¿por qué en el inmenso campo de la física no va a producirse una irregularidad que permita el vuelo de las alfombras?".
Debo reconocer que este último argumento me ha dejado impresionado para el resto de mis días - han pasado veintidós años-. Tanto, que me convertiré al Islám si cualquiera, incluyendo a la Señora Sánchez si su marido el restaurador marroqui la deja, me da un paseo en alfombra voladora. Eso si, sin tomarme ni fumarme nada. Extiendo la oferta a cualquier otra religión.

jueves, 7 de febrero de 2008

LA BARBERÍA

Hoy fuí a la barbería, a que me ponga guapo la hija de un compañero de escuela primaria. Es una joven inteligente y atractiva, aunque para mi gusto demasiado metida en la vida pueblerina, cotilla y ñoña que este pueblo nuestro nos depara. Desde hace unos años los barberos le pegan un tijerazo a una ceja que busca el infinito, o a un pelo de la oreja que desciende buscando en vano amarrar el globo de gas innoble que tengo por cabeza a tierra firme. Mis pelos como las raices tardías de un tocón viejo, salen fuertes pero fuera de lugar. Mi cabeza de pedo se desparramó mientras intervenía sin ser llamado en la conversación de los rapables e hice el descubrimiento del milenio:
SOY UN ÁRBOL.
Soy como esos guardiaciviles, que descubren que son una mujer prisionera en el Cuerpo. En realidad soy un árbol con apariencia de señor que va a La Barbería. Aún no he llegado a la transformación necesaria para para ir al Jardinero. Tampoco encuentro el valor necesario para hacerme unos implantes de rama y hojas de silicona y plantarme en un bosque abandonando mi entorno humano y acabar con esta farsa de una puta vez.
Desecho de inmediato la idea que quedarme en un parque, donde teoricamente podría estar mejor atendido, pero me parece ridículo que mis hijos lleven a los hijos al parque diciendole, vamos a ver al abuelo, toma esa bolsa de plástico y quitale esa cagarruta, desde luego la gente es guarra.... O que venga el perro tonto del vecino y me eche una meada y yo sin poder largarle una patada.
Está claro desde el punto de vista biológico que cada vez soy más árbol. Las otrora fuertes hojas de mi copa, caen lenta e inexorablemente, enguarrando mi entorno. Mis ramas van acercandose paulatinamente al suelo, buscando la medida del bastón que será la última estaca que retrase mi caida sobre el humus de millones de hojas secas en el que pasados cuatro o cinco inviernos mi tronco se camuflará formando un todo.
La flora de mi plantación y de muchas cosechas, o tienen amantes o buscan desesperadamente otro árbol, generalmente más joven, con quien intercambiar polen y fluidos. Como mi amigo el naranjo, que el año antes de morir, se llenó de flores y hojas, nunca se le ocurrió ponerse un peluquín, pero sus hijos antaño gruesos y jugosos, salieron en esa última cosecha, resecos, menudos y llenos de gruesas pepitas. Los últimos años no lo podé, yo creía que era por pereza o falta de tiempo, pero he descubierto que era por respeto.
Hoy voy a utilizar el procesador de texto para hacer un cartel, antes de que mi metamorfosis avance y deje de hablar y escribir, lo pondré en castellano e inglés o solo en inglés, que todo el mundo lo entiende:
Peluquería: Solo cortar el pelo del Craneo. Jardinería: Respete las ramas que no le molesten el paso. Clínica: No me estire, ni me alargue nada ni me ponga prótesis. Carpintería: Por favor dejenme bien cepillado

martes, 5 de febrero de 2008

FEMALE AGENT.

Estaba con mi santa en una corta siesta. Siempre comento las cosas que temo Herr Alzeimer me robe. Le conté que cada día me gusta más ver mujeres bellas. Que no es por nada, solo asegurarme que mi corazón sigue latiendo.
¿ Te conté que estoy enamorado de esa Agente de Policía que vive en la vecindad?.
Si... y me dijiste que cuando la encuentras de paisano no la reconoces y que miras hacia atrás creyendo que le sonrie a otro...
Esa...
Es una mujer hermosa con una mirada limpia, la había visto patrullar en su zeta, con su compañero y me prendaron sus ojos, su pelo, su estilo. Pasa cerca de mi sitio y cuando va de paisano es impresionante, pero tardé en relacionar a las dos bellezas. Pasa por mi puerta y dice buenos días, joder que señora educada, cuando pasa de servicio, saluda levemente, como una reina.
Si, pues ayer la encontré en el Super, ella iba a por comida y yo ya la había comprado. Siempre pasa, llega a una cafetería cuando me voy. Entra con una amiga en un restaurante cuando ya hemos pagado. Salí de la caja y la abordé. Buenos días, me jode que el tiempo esté en nuestra contra, tendremos que esperar a una vida futura . Naces veinte años más tarde, cuando tu llegas estoy yendome, es un sin vivir... y me gustas tanto... Se volvió, rió y dijo, estoy segura que me divertiría muchísimo. Balbuceé un: Yo tambien...
-Crees que habrá oido hablar de mi peniprótesis de titanio, porque estas cosas corren de boca en boca y...
Mi legítima tiró el libro en el edredón y tiernamente, me dijo:
No lo comentes, que luego se desilusionan.

domingo, 3 de febrero de 2008

EMIGRANTES

Desde 1985 España ha vivido un crecimiento económico, cultural y social, como no se recuerda en su historia. Ello trajo como consecuencia que gentes de todo el mundo hayan aparecido en los últimos diez años a trabjar y vivir con nosotros. "Negro de mierda" "sudaca""puto indio""basura" son frases que oímos sin rebelarnos, a una panda de degenerados ignorantes.
En esa falta de contestación y rebeldía a la injusticia se incluyen dolorosamente a los testigos del mismo origen que los agredidos y que no mueven un dedo por el miedo a "meterse en lios".
Los gallegos somos un pueblo emigrante.
El Dr. Carlos Xixirei, de la Universidad de Vigo, en su trabajo "A emigración" hace un estudio profundo de la circunstancias en que se desenvolvió la emigración gallega.
A partir de 1850, dice D. Carlos, existe un mivimiento masivo del campesinado gallego a America, que se agudiza hacia 1900, en que emigra un tercio de la población censada. Describe a los emigrantes como labriegos analfabetos buscando mejores oportunidades de trabajo en las ciudades de las jóvenes naciones americanas. Se me ocurre que es lógico que así fuese, pues los caciques, hacendados y clerigos no solían emigrar. La sangría continúa hasta la década de los setenta, en que el país estaba prácticamente sin oficiales de muchos oficios, si bien los paises de destino eran los de Europa central.
La dura adaptación del campesinado a las urbes americanas trajo como consecuencia, dice el Dr. Xixirei, el chiste facil y el apelativo gallego como insulto y no como indicador de procedencia.
La emigración a América fue causada por tres motivos fundamentales,
1º Condiciones de trabajo en la semiesclavitud en la pesca y las factorías conserveras. Sectores controlados por desterrados políticos catalanes. 2ºMinifundismo agrario, que se agravaba hasta la República con diezmos y primicias a los antiguos propietarios, la nobleza y la Iglesia, mayoritariamente. O peor aún en el caso de los Quinteiros. que eran propietarios de la tierra pero debían abonar un quinto de su producción. La superpoblación y el lastimoso sistema de dividir la propiedad hasta hacerla inviable. (Heredé parcelas registradas por 1 ca." Sementeiras- 1 ca." = 1 m2).
3º Una vida sin esperanza. Lo que no era pecado era vicio. "Está criado con moito vicio", era un niño o un animal adecuadamente alimentado, al que no se hacía trabajar tanto como los demás.
Alguna de mis primas no pasó de la escuela elemental, porque era un gasto inútil, que nada reportaba a la familia, porque se casan. Hoy son las más inteligentes de la familia. Muchos niños entre 1950 y 1960 iban al campo a trabajar y dos horas a la "escuela de pago" por la tarde-noche. La escuela a la que fuí yo tenía como retrete un agujero hecho en un tablón, cuyos detrictus retiraba un vecino para usar como abono. No había luz eléctrica, ni cristales en las ventanas, que apenas se sostenían. El bocadillo era igualitario, queso en lata caducado de la ayuda americana y leche en polvo. El regimen había represaliado, o simplemente asesinado a los maestros de la República y dió títulos de maestros a gentes que tenían una formación muy elemental para cubrir la escasisima dotación.
Yo como mi abuelo y mis tíos, emigré en los setenta. En aquellos años el 70 por ciento de los tripulantes de todas las banderas de conveniencia del mundo éramos gallegos. Muchos oficiales alemanes hablaban gallego para entenderse con sus tripulantes, que ya no eramos analfabetos, pero si poco formados y mayoritariamente de extracción agraria. Haciamos el mismo trabajo y ganábamos el triple que en un barco español, el trato por otra parte, era sensiblemente más educado.
En estas condiciones como no íbamos a emigrar.
Hoy somos la misma gente, los mismos muertos de hambre recién ascendidos, los que insultamos, esquivamos y consentimos atropellos a los que nos visitan como antes les visitamos a ellos. Buscan exactamente lo mismo que buscábamos nosotros, vivir un poco mejor.