Desde 1985 España ha vivido un crecimiento económico, cultural y social, como no se recuerda en su historia. Ello trajo como consecuencia que gentes de todo el mundo hayan aparecido en los últimos diez años a trabjar y vivir con nosotros. "Negro de mierda" "sudaca""puto indio""basura" son frases que oímos sin rebelarnos, a una panda de degenerados ignorantes.
En esa falta de contestación y rebeldía a la injusticia se incluyen dolorosamente a los testigos del mismo origen que los agredidos y que no mueven un dedo por el miedo a "meterse en lios".
Los gallegos somos un pueblo emigrante.
El Dr. Carlos Xixirei, de la Universidad de Vigo, en su trabajo "A emigración" hace un estudio profundo de la circunstancias en que se desenvolvió la emigración gallega.
A partir de 1850, dice D. Carlos, existe un mivimiento masivo del campesinado gallego a America, que se agudiza hacia 1900, en que emigra un tercio de la población censada. Describe a los emigrantes como labriegos analfabetos buscando mejores oportunidades de trabajo en las ciudades de las jóvenes naciones americanas. Se me ocurre que es lógico que así fuese, pues los caciques, hacendados y clerigos no solían emigrar. La sangría continúa hasta la década de los setenta, en que el país estaba prácticamente sin oficiales de muchos oficios, si bien los paises de destino eran los de Europa central.
La dura adaptación del campesinado a las urbes americanas trajo como consecuencia, dice el Dr. Xixirei, el chiste facil y el apelativo gallego como insulto y no como indicador de procedencia.
La emigración a América fue causada por tres motivos fundamentales,
1º Condiciones de trabajo en la semiesclavitud en la pesca y las factorías conserveras. Sectores controlados por desterrados políticos catalanes. 2ºMinifundismo agrario, que se agravaba hasta la República con diezmos y primicias a los antiguos propietarios, la nobleza y la Iglesia, mayoritariamente. O peor aún en el caso de los Quinteiros. que eran propietarios de la tierra pero debían abonar un quinto de su producción. La superpoblación y el lastimoso sistema de dividir la propiedad hasta hacerla inviable. (Heredé parcelas registradas por 1 ca." Sementeiras- 1 ca." = 1 m2).
3º Una vida sin esperanza. Lo que no era pecado era vicio. "Está criado con moito vicio", era un niño o un animal adecuadamente alimentado, al que no se hacía trabajar tanto como los demás.
Alguna de mis primas no pasó de la escuela elemental, porque era un gasto inútil, que nada reportaba a la familia, porque se casan. Hoy son las más inteligentes de la familia. Muchos niños entre 1950 y 1960 iban al campo a trabajar y dos horas a la "escuela de pago" por la tarde-noche. La escuela a la que fuí yo tenía como retrete un agujero hecho en un tablón, cuyos detrictus retiraba un vecino para usar como abono. No había luz eléctrica, ni cristales en las ventanas, que apenas se sostenían. El bocadillo era igualitario, queso en lata caducado de la ayuda americana y leche en polvo. El regimen había represaliado, o simplemente asesinado a los maestros de la República y dió títulos de maestros a gentes que tenían una formación muy elemental para cubrir la escasisima dotación.
Yo como mi abuelo y mis tíos, emigré en los setenta. En aquellos años el 70 por ciento de los tripulantes de todas las banderas de conveniencia del mundo éramos gallegos. Muchos oficiales alemanes hablaban gallego para entenderse con sus tripulantes, que ya no eramos analfabetos, pero si poco formados y mayoritariamente de extracción agraria. Haciamos el mismo trabajo y ganábamos el triple que en un barco español, el trato por otra parte, era sensiblemente más educado.
En estas condiciones como no íbamos a emigrar.
Hoy somos la misma gente, los mismos muertos de hambre recién ascendidos, los que insultamos, esquivamos y consentimos atropellos a los que nos visitan como antes les visitamos a ellos. Buscan exactamente lo mismo que buscábamos nosotros, vivir un poco mejor.
En primer lugar gracias.
ResponderEliminarMis abuelos provenían del campo de Mondoñedo, de dos pueblitos llamados Ceibane y Valiño - pido disculpas si está mal escrito. Es verdad que aquí algunos les decían gallegos despectivamente - no sólo -a los provenientes de Galicia, sino también a todos los españoles - y eso sigue hasta ahora. Pero también había y hay muchas personas que los admiraban por su espíritu de sacrificio y de trabajo y por lo emprendedores que eran.
Los descendientes tuvimos oportunidad de educarnos y algunos llegaron bastante alto, pero lamentablemente ahora tienen que partir como lo hicieron mis abuelos a comienzos de siglo.
Esperamos que nos respeten, que nos den un lugar y que no ocurran cosas como las que ocurrieron en el metro de Barcelona adonde no sólo fue agredida injustamente una chica sudamericana sino que el testigo, sudamericano también, no hizo absolutamente nada por defenderla.
Queridos Farero Cuenta nubes y Sylvestre,
ResponderEliminarMe alegro que estén en contacto y me emociona recordar nuestra historia a través de sus comentarios.
Mis padres, hijos de campesinos bastante acomodados del sur de Pontevedra, no quisieron estudiar y de recién casados pasaron la post-guerra en VIGO, cómo no, con lo típico de tantos gallego de varias generaciones, regentando un mesón en el barrio de el Calvario. Pero en la década de los 50 la cosa pintaba muy difícil y con el consabido espíritu del gallego afanoso de buscarse la vida donde sea, emigraron a Uruguay y en su capital pasé los fundamentales años de formación que me han dejado marca. Hasta los 18 años que nos llevaron a Argentina y en Buenos Aires seguí estudiando y me incorporé al mercado laboral.
En los últimos días del año 1973 y pocos meses después de que papá volviera a visitar Galicia (me había invitado y supongo que había buscado excusas para no acompañarle), yo misma vine a conocer mi tierra, que había dejado a los 4 años y medio, tiempo suficiente que me había permitido pasar por el Parvulario y probar las inefables latas de mantequilla americana seguramente rancia pero que - con el apetito de las 11 de la mañana, yo recuerdo deliciosa (ya entonces era personaje de buen diente…).
Lo importante, el motivo de mi comentario, es dejar constancia que en ninguno de los dos países rioplatenses me sentí nunca diferente ni una extraña. Siempre se nos trató con respeto y cariño y aunque alguna vez se nos llamaba gallegos (cargando la LL, como hablan ellos), yo lo sentía equiparado a que te llamaran “gordito”, “flaca”, “loca”, más cariñoso que otra cosa. Fue a partir de los años setenta que, no sé por qué motivo, empezó la epidemia de chistes de gallegos. Curiosamente coincidiendo con el comienzo de las migraciones sudamericanas hacia el exterior, muchos para Australia y Norteamérica y los más para España y, en menor medida, para otros países europeos.
Yo me quedé en España porque como cualquier joven sudamericano, sobre todo los del cono Sur (además de incertidumbre económica vivíamos entre el extremismo y la dura represión, los grupos para-militares y la mar en verso), estaba muy preocupada por el escaso futuro que me esperaba en aquellas tierras. Comencé a trabajar aquí en febrero de 1974 y nunca, nunca, tuve problema de adaptación ni de rechazo, porque nací en Vigo y era gallega al fin y al cabo. Pero esto no es lo que viven tantos y tantos sudamericanos en nuestra España, donde un sector importante de la población es cada vez más xenófobo. Y, como bien dice Silvestre, lo inmigrantes que recibimos en estos tiempos en nuestra patria, buscan lo mismo que buscaron nuestros padres en la emigración, ir sobreviviendo y, con un poco de suerte, un futuro mejor para los suyos.
Seamos receptivos y generosos, como ellos lo fueron con nosotros en su día. Es nuestro deber.
Curiosamente estuve pensando sobre este tema ayer. Y llegue a la conclusion que no somos tan distintos unos de otros.
ResponderEliminarLa emigracion y al que viene de fuera se le desprecia sistematicamente (siempre y cuando venga a buscarse la vida), tanto aqui como en Chile. "Gallego" sigue utilizandose de modo despectivo en Argentina, como en España "sudaca".
Si bien es cierto que los gallegos emigraron masivamente a Sudamerica hasta bien avanzado el siglo XX, no creo que se les recibiera con los brazos abiertos ni mucho menos. De lo contrario, "gallego" nunca se hubiera convertido en un termino despectivo.
Asi que tras un breve reflexion, me quite el complejo de culpa. No es una cuestion de mala memoria historica, es mas bien una cuestion de mala leche autoctona.
Anónimo también tiene razón, independientemente de que "la mala leche autóctona" sea más intensa en una que en otra orilla del Plata.
ResponderEliminarY sí es cierto, y ésto lo comenté con Silvestre en alguna ocasión, no nos recibían con los brazos abiertos y las entradas estaban reguladas por rigurosa recomendación y con el respaldo económico prometido por escrito, de otros españoles residentes allí desde hacía años. De otro modo, no entrabas, por lo menos en la segunda mitad de los cincuenta.
Algo que quizás nuestros gobernantes deberían de tener en cuenta porque, aunque de buena raza es ser receptivos y generosos, también es cierto que hay que poner un freno a tanta entrada masiva de flujos humanos como la que vemos en estos tiempos. Todo tiene un límite y las cosas aquí no están para mucho festejo.
Por lo demás, mi experiencia particular fue muy grata y de hecho conservo y mantengo el contacto, mejor con mis amigos uruguayos ó argentinos de varias generaciones, que con gallegos que todavía están allí.
Y SI que he visto de todo, no vayas a creer, Anónimo, desde el que utilizaba el "gallego" como coletilla, como si dijera "ché, loco" y también con el yeyeo intensificado, dependiendo del nivel de mala leche de turno. Ya lo decía Mafalda: "De todo hay en el Supermercado de Dios".
Durante los años en que navegué, visité muchos paises, en algunos permanecí varios meses seguidos, por ejemplo en Brasil. He sido amorosamente tratado en todos los sitios, excepto casos puntuales, que puedo atribuir al miedo o al desconocimiento. Lamento no haber conocido la Plata, aunque buena parte de mi familia sigue en Bnos. Aires. En lo escrito me refiero al origen de todo, cuando, creo que Rios Rosas, quería llenar la pampa de europeos y canales navegables. Es en ese momento que los primeros gallegos llegan y al que se refiere Xixirei. La historia de Silvestre es parecida a la de mi familia por ambas bandas, aunque en el fondo, como dice anónimo, no somos distintos. A pesar de todo lo que expone mecos, que me parece correcto, sigo creyendo que el mestizaje es enriquecedor, tanto en lo físico como en lo cultural. Los perros más listos son los de cuarenta razas, pueden tener mala leche autóctona, pueden aprender a robar para comer, cambiar de dueño si el que tienen no les gusta,son baratos de mantener. Para mucha gente eso es malo, y algo de razón tienen, trabajan en negro y no pagan seguridad social. Soy un perro de cuarenta razas. Gallego, eso si. Saludos cordiales a todos.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que el mestizaje es enriquecedor. Todo esto me recuerda a un programa cómico, creo que era el Chavo del 8 de México, en el que un personaje decía "soportémonos, soportémonos" y eso es lo que deberíamos hacer y tratar de sumar y no restar.
Mera, hoy me acordaba de tí en la playa cuando miraba al cielo y veía pasar las nubes.
Como también me gusta divagar tengo varias cosas que agregar.
En primer lugar que en el siglo XVIII los canarios fueron los primeros habitantes de la ciudad en la que nací y sigo viviendo, Montevideo. Luego tambien poblaron otro departamento de Uruguay lindero con Montevideo que se llama Canelones. A los habitantes de dicho departamento los llamaron canarios, luego de lo cual llamaron también canarios a todos los habitantes del resto de los departamentos del Uruguay, excepto a los de la capital (aunque verdaderamente no se llamen así), algo similar a lo que sucedió con los gallegos y españoles. Los del departamento de San José se llaman maragatos, los del departamento de Salto se llaman salteños y así otros departamentos, sin embargo para los Montevideanos son todos "canarios", igual que los argentinos son "porteños" aunque no sean de la capital.
Por otra parte, tuve la suerte de visitar varias veces la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, adonde tenía y debo de seguir teniendo familiares descendientes también de canarios. En la ciudad de Buenos Aires tengo varios familiares descendientes de gallegos.
También tuve familiares descendientes de canarios en Cuba y cuando tuve oportunidad de visitar varias ciudades de Venezuela pude apreciar la gran influencia canaria que han tenido en ese país. Muchos negocios tenían nombres como "Tenerife" por ejemplo y los instrumentos musicales también se asemejan mucho, así como muchos términos utilizados por los venezolanos.
Eso se llama enriquecimiento cultural.
Envidio que hayas estado varios meses en Brasil. Como Mecos sabe yo amo a ese país, el idioma, la cultura, la música. Incluso ella me dice "brasuca" que es como nosotros les decimos aquí a ellos. He tenido la suerte de estar varias veces allí unas 5 veces en Rio de Janeiro, en Salvador de Bahia, San Pablo, Florianópolis y otras ciudades.
Añado que con tu comentario he aprendido a qué se debe el nombre de la avenida Ríos Rosas de Madrid en la que se encontraba el piso de unos amigos en donde me alojaron super amorosamente durante 5 días en el año 84. Desde esa época mantengo correspondencia con ellos todos los fines de año. Conste que yo no conocía a esas personas. Yo estaba en Suiza, tenía una escala en Madrid y como no conocía a nadie allí, unos parientes canarios me conectaron con ellos quienes como digo, sin conocerme, me fueron a esperar al aeropuerto, me hospedaron en su casa y me acompañaron a muchos paseos interesantes. Eso jamás lo olvidaré.
Mera, admiro tu espíritu positivo y conciliador. Tal vez provenga de tanto observar las nubes sea en el barco, en el faro o en el aeropuerto.
Será hasta la próxima y que estén bien.
Además de lo dicho, aquí les mando el link de los blogs aparecidos en el Diario El País de Montevideo, en él pueden encontrar varios comentarios sobre este tema, así como otros que tal vez puedan ser de vuestro interés.
ResponderEliminarhttp://blogs.elpais.com.uy/
CHAUUUUUU!!!!
A SILVESTRE la voy a odiar, por pasarme dos ó tres veces por las narices en el fin de semana, que estuvo en su playa – Playa Verde. Para mí también es “la playa” entre las playas de las preciosísimas con que cuenta nuestra querida Montevideo. Y las extraño a las dos.
ResponderEliminarCUENTA NUBES: a conciliador no me ganás ni vos. Yo no presumo de talante ¿era eso lo del Presidente?, pero lo tengo. La prueba está, precisamente, en mis comentarios 1 y 2, que no es de “cambia-chaqueta” sino de buen talante, de bien comprender que la historia siempre tiene por lo menos dos versiones.
Y naturalmente que el mestizaje es tremendamente enriquecedor. ¿Quién dijo nada al contrario?. Para ejemplo: YO MISMA. Lo que no viene dado en los genes, se adquiere por ósmosis. El producto definitivo puede ser incluso mejor.
Lo dicho: la prueba YO MISMA. Und ja…. Oma is SEIT 20 Jahren gestorben, leiderlich.
menudo trio teneis montado en el blog este
ResponderEliminarAnónimo,
ResponderEliminarQue SI hombre, que somos majos, cada uno con su cosa, pero majetes.
En otra lengua aclaraba que "lamentablemente mi abuelita ya murió", por si a alquien se le ocurría subrayar mi elevada autoestima, cosa que va por rachas, no creas. Debe ser para compensar lo gris de estos días...