miércoles, 12 de noviembre de 2008

BRASIL Y AFGANISTAN.

BRASIL
Tengo facilidad para la evasión, me evado de cualquier penal y de todas las penas. Soy un tipo evasivo.
Era 1974. Tenía veintitrés años y navegaba en el singapureño "Cosmonaut". Había tenido una de mis épicas broncas con el Capitán. Decidí no cenar a bordo y evadirme. Me fui a tierra. Paranaguá era un pueblo amable, de gente trabajadora, alegre. Un buen sitio para olvidar la presión del barco y mi imperdonable pérdida de control.

Vi un restaurante que olía bien y entré, cené como un marqués rodeado de viajantes, parejas y familias. Una bella camarera sin dejar de sonreír, servía rápida las mesas. Llevaba un vestido extraño, de tela barata pero con un corte ciertamente extravagante. El vestido era sistematicamente ignorado y solo lineas suaves de un culo que se movía armoniosamente encima de unas piernas que podían adivinarse debajo de la abundante pero casi transparente tela me llevaban los ojos. Un extraño vestido de noche. Me gustaba la camarera. Le dije que tenía un vestido espectacular.
-Es de Pierre Cardini. Le debía sonar mejor un apellido italiano.
-Pero ese es un modisto muy famoso y caro...
-Aquí no. Buscas el modelo en una revista, le dices a la chica que cose: que lo quieres así y así, le llevas la tela y ella te lo hace.
-Muy bien, y ... ¿a que hora sales?.
Sonrió. Coqueta, entornando los ojos, dijo:
-Si eres capaz de esperar tres cuartos de hora....
-Ciertamente, ahora te pago la cena, salgo un momento y vuelvo antes de tres cuartos.
-"Tá certo".
Salí en la búsqueda de una Farmacia. No la vi , pero al final de la calle había un almacén de esos que hay en los pueblos que venden comestibles, herramientas y un sinfín de cosas. Varias señoras con chiquillos hacían sus compras de última hora.
No se por qué, tal vez por la época o por todos los santos que había en los anaqueles, no me pareció preguntar por "preservativos". Recordé que en la pacata Pontevedra de mi adolescencia, la gente le pedía a María la del carrillo "Gomas"-
-O Senhor ten "Gomas"?.
Puso un paquete de chicles en el mostrador.
-Disculpe, más eu nâo quero esso, nâo.
La señoras empezaron a mirar, escuchar y tratar de ayudar al dependiente a entender a aquel gringo chalado.
- Mas o senhor nâo quere gomas para comer?, dijo haciendo gestos de meter en la boca y mascar.
-Nâo. Eu quero gomas para foder.
El dependiente y las señoras empezaron a llorar de risa y apenas podían hablar. Balbuceando el buen hombre me dijo:
- Ah, Preservativos..
-Más eu nâo quería dizer na presença das senhoras ...
Mas risas.
-Entâo amigo, voçe deve pedir: "Camisinhas, camisinhas de Venus". Pero aquí no tenemos, debe comprarlas en la farmacia en la calle paralela un poco más arriba.
Pedí perdón por mi portuñol (como ahora), di las gracias y me fui a por las camisiñas.
En la madrugada; Graça y yo, muy contentos con su vestido, descubrimos que los dos nos habíamos evadido, ella del restaurante y yo del barco. Desde entonces me evado a Brasil.
Estos días estoy mucho en Brasil, mañana hablaré de Afghanistán.

9 comentarios:

  1. De verdad que tienes arte con las teclas, lo más vulgar tu lo conviertes en arte al saber contar. Te felicito y sigo aquí leyéndote.
    Unha aperta.

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  2. Llore de risa. Que gracioso!

    Camisinha meu amigo ...

    Paranagua me recuerda a mi penultimo trabajo, ademas hay un paseo famoso que es el tren a Paranagua. Nunca lo hice, pero quien te dice no??

    Yo tambien ando con ganas de evadirme. Voy a pensar adonde. Ya te contare.

    Besos Farero!!

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  3. Anda, que.. la anécdota de las gomas... jóder... qué fuerte...

    Sí, mejor sigamos singladura...

    Yo ando tras tu estela. Aunque sea en casa de las vecinas.

    Un abrazo.

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  4. Muxica.- Gracias, sé contar... hasta siete. Un abrazo.
    Sylvita.- Evadirse es facil, lo dificil es cumplir condena... Un beso.
    Codorniu.- No lo hagas. Seguir mi estela es acabar embarrancado en cualquier sitio. Lo inteligente es marcar mi posición para no ir. Eso si, tratamos de sacarle partido. Un abrazo y gracias por venir.

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  5. Hay que joderse lo bien que cuentas las historias. Una falta. Un marino que se precie siempre lleva condones en la cartera aunque no vaya a desembarcar en un año o estén caducados. Que pareces nuevo, coño.

    Abrazos.

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  6. Instigador.- Tienes razón pero siempre fuí un desastre. Más teniendo en cuenta que era yo el encargado de repartirlos a bordo. Pero evidentemente, no conocía la existencia de Graça, ni estaba en mi calendario. Además era casi nuevo.
    Un abrazo.

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  7. Ay, querido Mera, qué genial eres...volver a tus escritos es siempre un placer, un rato de buena risa, un deleite comprobar como haces extraordinario lo sencillo.
    Muchos besos.

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  8. Tamara.- Muchas gracias, pero yo creo que lo mío es un poco de estupidez y ruralismo. Ello adobado con una pedrada cerca de la sién consigue el efecto.
    Encantado y muchos besos.

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  9. Pues sí que estuvo graciosísimo. Jopé, me pongo roja de leerte en situación en la tienda.
    Lo brevemente bien que lo expresa Instigador.

    Sois divertidos a rabiar entre todos.
    Mecos

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