Hoy pillaron en Barcelona una plantación de marihuana valorada en tropecientos mil si hubiese alcanzado el mercado.
Esta noticia me toca. Me toca que "negociantes" funcionen en base a una prohibición. Que amigos míos compren marihuana para hacerse tés, porque tienen un cáncer. Me toca, porque cuando iba a Nigeria, en pleno golpe militar pillaba a un hombre intentando robar la caja de los anticipos y no lo entregaba a las autoridades, lo que hubiese supuesto su muerte segura., al día siguiente recibía "a present" un regalo empaquetado en periódico: Medio kilo de marihuana. Regalé y fumé.
Con lo que tengo en mi entorno, un cuartel de la guardia civil y un supermercado de la droga "El Bao", distantes cien metros, hoy me planteo que hubiese sido de mi vida si la "maconha" brasileña, el hachís marroquí o las plantas de marihuana movilizasen tanto dinero como hoy y si a mi me hubiese llegado a interesar el dinero. Seguramente son pocos los marinos que no han recibido ofertas en ese sentido. En los setenta y ochenta todos los que trabajábamos en un barco o manejábamos uno, tuvimos ofertas. Hace unos veinte años que no consumo ningún tipo de drogas, a veces bebo vino o cava, pero soy fumador y la nicotina es una de las drogas más poderosas. Ya soy un delincuente, fumo en el curre, y me cago directamente en la Miembra del Gobierno y ya de paso en la Ministra de todos "estes " Medios. Y en la panda de interesados que mantienen la prohibición que cuesta al erario más de lo que costaría mantener a todos los drogotas tranquilos y a lo mejor hasta produciendo. La caterva de policías, guardia civiles, funcionarios de prisiones, jueces y políticos que viven de ello es mucho más cara a la corta y seguro que a la larga que dar drogas y tratamiento a todos los que deseen ser drogotas del país. Además: es como el adulterio, gusta más por el morbo de la infracción. Entrar en el juego de lo prohibido. Entre el paro que generan nuestros políticos y economistas, el menosprecio del trabajo como fuente de bienestar y la inutilidad de la formación académica para la consecución de objetivos, no es de extrañar que los más débiles de nuestros jóvenes se decanten por la dependencia y los más fuertes por la marginalidad, ocasionalmente violenta.
Con los fondos que se dedican a la represión podrían generarse grupos de investigación, industrias, obras públicas, formación de jóvenes que estarían encantados en dejar las drogas y dedicarse a la política, o como yo, a escribir chorradas.
Esta noticia me toca. Me toca que "negociantes" funcionen en base a una prohibición. Que amigos míos compren marihuana para hacerse tés, porque tienen un cáncer. Me toca, porque cuando iba a Nigeria, en pleno golpe militar pillaba a un hombre intentando robar la caja de los anticipos y no lo entregaba a las autoridades, lo que hubiese supuesto su muerte segura., al día siguiente recibía "a present" un regalo empaquetado en periódico: Medio kilo de marihuana. Regalé y fumé.
Con lo que tengo en mi entorno, un cuartel de la guardia civil y un supermercado de la droga "El Bao", distantes cien metros, hoy me planteo que hubiese sido de mi vida si la "maconha" brasileña, el hachís marroquí o las plantas de marihuana movilizasen tanto dinero como hoy y si a mi me hubiese llegado a interesar el dinero. Seguramente son pocos los marinos que no han recibido ofertas en ese sentido. En los setenta y ochenta todos los que trabajábamos en un barco o manejábamos uno, tuvimos ofertas. Hace unos veinte años que no consumo ningún tipo de drogas, a veces bebo vino o cava, pero soy fumador y la nicotina es una de las drogas más poderosas. Ya soy un delincuente, fumo en el curre, y me cago directamente en la Miembra del Gobierno y ya de paso en la Ministra de todos "estes " Medios. Y en la panda de interesados que mantienen la prohibición que cuesta al erario más de lo que costaría mantener a todos los drogotas tranquilos y a lo mejor hasta produciendo. La caterva de policías, guardia civiles, funcionarios de prisiones, jueces y políticos que viven de ello es mucho más cara a la corta y seguro que a la larga que dar drogas y tratamiento a todos los que deseen ser drogotas del país. Además: es como el adulterio, gusta más por el morbo de la infracción. Entrar en el juego de lo prohibido. Entre el paro que generan nuestros políticos y economistas, el menosprecio del trabajo como fuente de bienestar y la inutilidad de la formación académica para la consecución de objetivos, no es de extrañar que los más débiles de nuestros jóvenes se decanten por la dependencia y los más fuertes por la marginalidad, ocasionalmente violenta.
Con los fondos que se dedican a la represión podrían generarse grupos de investigación, industrias, obras públicas, formación de jóvenes que estarían encantados en dejar las drogas y dedicarse a la política, o como yo, a escribir chorradas.
Aquí en Córdoba (mi provincia argentina sin mar, más o menos 3.000.000 de habitantes) mueren algo así como 70 personas por mes por accidentes de tránsito. Nadie habla de prohibir autos, motos y camiones. No conozco personas que hayan muerto por fumar marihuana, quizás mueren de cáncer a los pulmones (en realidad no se si es así) pero el tabaco ´mata más aún y no me imagino al gobierno clausurando tabacaleras. Es todo lo que opino (?). Como siempre, muy bueno lo que escribes. Un saludo
ResponderEliminarAprovecho la oportunidad para saludarlo y a su vez, invitarlo a ver mi blog dedicado a mostrar la riqueza cultural del Perú mediante fotos comentadas, modelos tridimensionales en imágenes y videos, artículos y más. La dirección es:
ResponderEliminarhistoriaenfotosperu.blogspot.com
Yo estoy de acuerdo contigo, Jose, con la legalización se solucionarían ingentes problemas.
ResponderEliminarEs de un hipócrita tremendo el que la nicotina sea legal (siendo la droga más poderosa y adictiva del mundo, mucho más que la cocaína), y otras drogas sean ilegales. Absurdo e ilógico.
Cada vez se levantan más voces (y voces poderosas) en pro de la legalización, varios mandatarios sudamericanos ya se han pronunciado al respecto.
Piluca
Una vez más estoy de acuerdo con lo que escribes, también con Gustavo Tisera.
ResponderEliminarReivindico la figura del drogaficionado (aunque drogadicto con el tabaco).
Qué mejor, natural e inofensivo que un "grelillo" antes de acostarse, en vez de todas esas sustancias químicas artificiales que nos meten las farmacéuticas.
¡Chapeau! por esta entrada, Mera.
Bueno, menos lo de dejar las drogas para dedicarse a la política. Eso si que es tocar fondo. La peor y más dañina de las drogas. El sector más bajo y rastrero de la sociedad.
ResponderEliminarGustavo.- Muchas gracias. Tú siempre animas.
ResponderEliminarLuis.- Muy interesante tu blog.
Piluca.- Ejemplo de voz poderosa: la mía. Me echaron del coro del Instituto, mejor dicho no me admitieron. Así sigo....
Jorge.- Hay que dejar un lugar para los más tirados...¡Bonete! Por tus comentarios.
En tu instituto no saben lo que se perdieron. Tontos ellos.
ResponderEliminarBesos
Piluca
De chorradas, nada. Te ha salido un texto muy lúcido en este otoño nuestro, donde parece que los seres pensantes escasean como dentro de poco las hojas en las ramas.
ResponderEliminarComparto contigo lo que dices. Y según te leía, pensaba: ¡Cuántos despropósitos y gasto inútil por sostener y no atreverse a enmendar unas ideas anquilosadas!
En este tema como en tantas otras cosas.
Así nos va.
Un abrazo.
Piluca.- No querida, los había muy listos. El director del coro tocó el órgano en mi primera boda, me permití decirle que desafinaba como un canalla.
ResponderEliminarCodorniu.- Uno lúcido,es sabio. Un lucio es pez, lucidos aquí le llamamos a los bien alimentados. Creo que soy de los dos últimos. Tu eres bondadoso.