A pesar de mis treinta y dos años y medio de funcionario, y mis siete años de Oficial de Radio en buques de diversas nacionalidades, redactando todo tipo de documentos, sigo sin encontrar el significado correcto de los escritos oficiales. Por la mala interpretación de uno, cuando iba a meter la herramienta usada para colocar mi último retrete en el basurero móvil de mi propiedad, el coche no estaba allí. Mosqueo terrible hasta que me fijé que pegado en el suelo, un impreso rojo con su matrícula me informaba que la grúa se había llevado el trastomóvil.
Fui a la policía municipal, les dije que en el parabrisas había un escrito de un concejal respondiendo a una queja mía que dice: "Le trascribo literalmente la respuesta del Área de Movilidad, Transporte y Seguridad: Los vehículos destinados a obra pueden aparcar amparados por la licencia. Los residentes tienen otras zonas habilitadas. Pensé: Amparados por la licencia de obras, no pensé en la de armas ni en ninguna otra. El funcionario que me atendió en el aparcamiento me hizo acompañar de dos policías en un coche patrulla al depósito municipal a recoger esos documentos que en las fotos que le pasaron no se veían bien, cuando volvimos el agente se mostró inseguro, que si los policías no tenían por que fijarse en los papeles del parabrisas, que si no figuraba la matrícula del vehículo, que el concejal que firmaba el escrito no tenía competencias, que dejase el vehículo en el Depósito y que al día siguiente se aclararían las cosas.
-Pues mire no espero a mañana, hoy me quedo a dormir con ustedes, en su puerta.
Y allí me senté.
Avisé a mi Santa Paciente de que no iba a dormir en casa, tuve que decirle la verdad, así que a las dos horas se presentó con una mantita, un magnífico edredón, bocatas de jamón y galletas.
Los policías jóvenes me miraban con recelo, los viejos con hostilidad:
Uno llegó a decirme: ¿Que hace aquí?,¡aquí no puede estar!.
-Estoy protestando, y si quiere que salga llame a la policía.
-Pues váyase a dormir arriba, donde están los políticos.
-Es que ellos no tienen grúa.
-Le llevo a un albergue, que no le cobran nada.
-Me queda saldo en la tarjeta para una noche en un hotel de cuatro estrellas, pero ni allí ni en el albergue puedo protestar. Siento que no les guste que esté aquí, sé que ustedes tienen problemas, que la culpa es de la dirección política y que ustedes son una especie de recaudadores.
Un policía joven intervino:
-Yo no soy recaudador de nadie, yo denuncio a quien quiero y ... ¡lo primero que tiene que tener es educación!
-Me la va a enseñar usted...
-Supongo que es usted constructor, usted es de los responsables de la situación del país, si los ciudadanos pagasen los impuestos, no estaríamos así.
-Fui una parte de mi vida funcionario, como usted, pero no tengo espíritu de cuerpo, al contrario que usted. Siempre he tratado de solucionar problemas a los ciudadanos que he servido.
-¡No se le nota!
Un policía más viejo le hizo una señal, calló y se retiró.
En el enlace de la foto, os pongo la noticia por quien me parece mejor la contó,(Continuará....)
Qué genio Jose!
ResponderEliminarEspero el próximo capítulo.
¡Resistencia!
ResponderEliminarDicen que la justicia es ciega, que evidentemente no. Lo que pasa es que los agentes son miopes...
Bien por tu santa, que te llevó el kit de "resistencia" ;-)
Abrazos pa los dos!
Aúpa Mera. En texto ambiguo, ganancia de malos politicastros. Y entre los guindillas, habrá de todo, desde los que cumplen como deben a los que creen que la placa no permite ni cuestionar ni entender.
ResponderEliminarEn fin, un abrazo para ti y para tu Santa.