Me dijeron que estas notas son necesarias para existir, que si no tienes un blog no existes, y hacia el final del camino es necesario dejar marcas, aunque solo sirven para verlas cuando miramos atrás. Tengo una vida divertida y quiero escribir estas notas para compartir las burradas que se me ocurren con mis pocos amigos. Aunque no hay como la tertulia.
Foto: Encarna Muiño.
sábado, 5 de julio de 2008
MI HIJO DANIEL MONTANDO A "CID" CUANDO TENIA TRES AÑOS
El caballo cuidaba de nosotros, tanto como nosotros de él.
Qué fotos más lindas...la verdad es que el Cid era un caballo precioso, guapetón, y, por lo que se ve, tranquilo. Y tu niño..qué valiente y qué salao. Besos.
Puri.- Gracías, hoy estoy yo con el tuyo. No con tu caballo, sinó con tu hijo. Lo tiene esclavizado la Monarquía y el Capital.
Maquiavelo.- El caballo era bajito, como muchos árabes-caballo. El niño, siempre fué del teatro. No se si acabará en el proyecto Sensini, a mi me dieron el alta. Un abrazo.
Mera, cuando digo que quién pudiera, no me refiero a montar en sí, sino a tener la posibilidad de disfrutar de un caballo en mi vida, que es uno de mis mayores sueños...
...que lo de montar, pues siempre que tengo ocasión, pero nunca será igual que imagino montar a un caballo propio, y comunicarse con él, y ser ambos uno sólo galopando por el mundo...
Tal vez el caballo fuera bajito, pero el peque lo magnifica. Tu sabes que para ingresar en el centro hay que tener poderes, obsérvalo y dime si dobla las cucharas.
V.- Mira, que ese caballo era del tratante, yo se lo montaba y mantenía.- Llegue a tener cuatro (ver la historia del Testículo heterogeneo). Ahora con lo de los tejados no doy mas de mi. Un besazo. Maquivelo.- De momento que yo sepa, convierte la hierba en humo y es capaz de vaciar botellas.
Ana.- Darling, cada día puedo menos. La foto tiene veinte años. Um abrazo.
Qué lindos ambos!!!
ResponderEliminarEl Cid era un caballo bayo?? Acá creo que se le llama así a ese color de pelo.
Bona nit! (ahora soy catalunyan) .. es el sueño que tengo
¡Quién pudiera...!
ResponderEliminarQué fotos más lindas...la verdad es que el Cid era un caballo precioso, guapetón, y, por lo que se ve, tranquilo.
ResponderEliminarY tu niño..qué valiente y qué salao.
Besos.
Sylvia.- Creo que sí, lo miraré. Me alegro te gusten.
ResponderEliminarV.- Puede cualquiera. Puedo yo...!
Tamara.- Tranquilo no mucho, era una máquina de correr. El chico tiene ahora veintidós, y es un desastre encantador (si no eres de la familia).
Cosa linda de chiquillo y compañero......
ResponderEliminarMecos.
!Pedazo de caballo!, el peque parece que se toma en serio.
ResponderEliminarSaludos.
Puri.- Gracías, hoy estoy yo con el tuyo. No con tu caballo, sinó con tu hijo. Lo tiene esclavizado la Monarquía y el Capital.
ResponderEliminarMaquiavelo.- El caballo era bajito, como muchos árabes-caballo. El niño, siempre fué del teatro. No se si acabará en el proyecto Sensini, a mi me dieron el alta. Un abrazo.
Mera, cuando digo que quién pudiera, no me refiero a montar en sí, sino a tener la posibilidad de disfrutar de un caballo en mi vida, que es uno de mis mayores sueños...
ResponderEliminar...que lo de montar, pues siempre que tengo ocasión, pero nunca será igual que imagino montar a un caballo propio, y comunicarse con él, y ser ambos uno sólo galopando por el mundo...
Tal vez el caballo fuera bajito, pero el peque lo magnifica. Tu sabes que para ingresar en el centro hay que tener poderes, obsérvalo y dime si dobla las cucharas.
ResponderEliminarSaludos.
Que gusto de hijo, y de caballo!, tu puedes,
ResponderEliminarun abrazo,
ana
V.- Mira, que ese caballo era del tratante, yo se lo montaba y mantenía.- Llegue a tener cuatro (ver la historia del Testículo heterogeneo). Ahora con lo de los tejados no doy mas de mi. Un besazo.
ResponderEliminarMaquivelo.- De momento que yo sepa, convierte la hierba en humo y es capaz de vaciar botellas.
Ana.- Darling, cada día puedo menos. La foto tiene veinte años. Um abrazo.
Caro amigo, belas fotografías de muito belo momento de amizade...Espectacular
ResponderEliminarUm abraço
Obrigado Fernando. Um abraço.
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