sábado, 25 de septiembre de 2010

HUELGA GENERAL.

Fotos en huelga. Póngale Usted la cara.


Antes de empezar a poner a parir a la panda que nos desgobierna y lleva dos mil años haciéndolo, y traicionándonos, quisiera darle sopa a una panda que me avergüenza.
Hijo desnaturalizado del franquismo, creí que la defensa de los trabajadores debería ser promovida por organizaciones de clase, asamblearias y libres: Los sindicatos. Recientemente he descubierto que los sindicatos están dirigidos por gente de otra clase diferente a la mía. Tal vez lo sospeché cuando Cándido Méndez abandonó una manifestación del Primero de Mayo en la que participé para asistir a una primera comunión. O cuando Roque, farero en Cabo de Peñas y representante de Comisiones Obreras en la junta de Personal de Obras Publicas de Borrell, pasaba información al Ministerio y se excusaba en un fax de que la Asamblea de fareros pidiese la dimisión del Director general de Puertos Fernando Palao (ex asesor de la UGT) y del Ministro, informando que no compartía esa opinión. Todos estos liberados siguen siéndolo, la Sociedad les nombra gobernantes y sus sindicatos dirigentes. Y ahora me convocan a una huelga. Se echaron a reir cuando se les dijo que la función y empresas públicas iban a ser privatizadas, luego consiguieron consejerías en los Entes privatizados. Los que no la hincaron nunca, que sus salarios siempre fueron más o menos regalados dicen que los que siempre hemos currado debemos parar. ¡Pero si ya estamos parados casi todos!, ¿que efectos económicos puede tener la huelga en un país improductivo?
Según algunas fuentes el número de liberados por acumulación de horas sindicales está entre cincuenta y sesenta mil, con costes promedio entre los 40 y 60.ooo Eurazos anuales.
Un país con empresarios ladrones, banqueros sin escrupulos por definición, politicos incalificables y trabajadores dirigidos por Ley por toda esta gente no tiene futuro. No producimos nada. Los funcionarios en mi curre copiamos datos de un ordenador para un cuaderno, los médicos rellenan impresos mientras las colas se agrandan, los trabajadores, ensamblan piezas para trastos con una vida útil de dos años y con un dispendio de materias primas sin nombre. Nuestros jóvenes languidecen esperando una oportunidad. Un edificio de veinte años es viejo, uno recién hecho es inhabitable. Mientras se han consumido recursos energéticos irremplazables, se ha desperdiciado esfuerzo y generaciones. Esto no es para hacer una huelga general es para hacer un arraso.
Los sindicalistas deben ser gente inmersa en el trabajo, no en los despachos ni en el correo-spam. Los empresarios deben encauzar ideas productivas e iniciativas innovadoras, los banqueros proveer los recursos financieros para alcanzarlos y los políticos marcar los objetivos e impedir abusos. Todo ello es lo que dicen debe ocurrir en una sociedad normal.
En un país donde siempre se construyeron más iglesias que escuelas, donde las clases dirigentes mantuvieron características medievales hasta 1978, donde a un trabajo se le llama curre y a un buen empleo "chupe", donde un empresario hace una quiebra fraudulenta y al día siguiente monta otra empresa sin más responsabilidad, donde el presidente de los empresarios siendo titular de varias empresas con quiebras, que no paga a sus trabajadores, se atreve a decir como hay que reformar el inexistente mercado del trabajo, cuya legislación nuestros políticos pierden el tiempo cambiando. Donde los bancos en vez de pagar intereses te regalan sartenes, en vez de captar capitales venden ordenadores, mientras financian pelotazos ruinosos que luego el Gobierno paga con recursos públicos. En España hay que derribar a las clases dirigentes. Los terroristas de ETA, la CEOE, la Banca, los partidos y los sindicatos, a la vista de los hechos, practican el mismo código moral: La extorsión al débil. Tengo miedo a la posibilidad de que los trabajadores practiquemos ese mismo código: La extorsión a nosotros mismos.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

EL NACIONALISMO: Una religión. Carlton J.H. Hayes.

Carlton Joseph Huntley Hayes

Entre las posibilidades que ofrece estar inútil físicamente está la de revisar la biblioteca. Entre la tontera del dolor, la de los calmantes y anestésicos es posible que un tipo de Columbia te dé la razón en algo, y además el por qué de las cosas que intuyes pero no puedes demostrar. Para eso hay que pasarse la vida en Columbia, Berkeley o así.
El libro que esta vez encontré fue publicado en 1960 y magistralmente traducido al español por M. Luisa L. del Real, para una edición de la UTEHA de México. Ni el medio siglo transcurrido ni el desarrollo de los recientes acontecimientos quitan una coma a la investigación del Dr. Carlton J.H. Hayes. Desde el sentimiento tribal y de pertenencia a un grupo superior, hasta el nacionalismo imperial de la preguerra de 1914, la represión de identidades nacionales, que con un buen acopio de unidad religiosa, mantuvieron los gobiernos imperiales, hizo renacer sentimientos tribales, que reclamaban un estado soberano, en muchos casos donde ya no quedaban trazas de nacionalidad. Tuvieron por tanto los nuevos nacionalistas que inventárselas. Lo explica el Dr. Hayes para estados hoy existentes, que en 1960 no sabía casi nadie de su identidad como nación. Lo hace con todo lujo de nombres, fechas y datos para territorios de los cinco continentes. Estudia la diferencia que existe en la lengua francesa entre país y patria. Partiendo del sentimiento tribal de unidad a través de la lengua común; las tradiciones y leyendas de base real o inventada; el apego al terruño de los antepasados y por último la tradición guerrera.
Eclosiona todo ello en los movimientos nacionalistas identitarios del 1870 en adelante, con el sin número de guerras, todas ellas basadas en la supervivencia del declarante, a sabiendas de que que traería a su nación más miseria y ruina que los supuestos beneficios evocados por los instigadores, normalmente las clases dirigentes.
Añade el autor la búsqueda de la supremacía racial, la identidad religiosa y la supuesta ventaja económica del estado desarrollado sobre identidades tribales. Así se han justificado guerras economicistas que Hayes no llegó a ver (Irán, Irak, Afghanistán, Vietnan, Camboya...) pero nosotros sí y en unos casos han sido una derrota confirmada y en otros llevan todo el camino de serlo. A todo esto, lo único que me viene a la cabeza iletrada que ha recibido tal exceso de información en pocas horas, es Espronceda:
"Allá muevan feroz guerra,
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes."
Pues ni así. Desde que los fondos del mar se saben ricos, ya se han establecido fronteras. En las islas gallegas hay que pedir permiso para navegar, tienen cojones los cabezas de ratón. Islas Atlánticas territorio soberano ya!

viernes, 17 de septiembre de 2010

EMIGRANTES.


La llevé un poco más de un kilómetro. Iba desde mi casa donde limpia cuatro horas a la semana, a la siguiente, donde limpia diez. Somos amigos desde que teníamos veinte años. Le pregunté como le iban las cosas.
-Mal. Hay muchas extranjeras, colombianas y así, que bajan los precios.
Me lo explicó en el gallego no normativo con que hablamos toda la vida.
No pude evitar ponerme como una fiera.
-No puedes hablar así. Primero porque no es cierto, segundo porque tú y yo somos gente modesta, tu marido ha sido emigrante en Francia. Yo lo fui en barcos de banderas piratas y compañías de capital alemán. Escuché a muchos alemanes decir que yo les quitaba el trabajo, que iba más barato... Lo mismo que dices tú hoy.
No dio tiempo a más. Ella se fue a sus limpiezas y yo a mis burocracias. Quedé jodido.
Me jode más que el húngaro Szarkozy, el marido de la italiana Bruni, desmantele campamentos de gitanos que son ilegales, indocumentados y marginales, pero sobre todo pobres.
Me jode más que los gitanos de la vecindad, hayan redescubierto la esclavitud, con esclavos ladrones, esclavas prostitutas, esclavos fontaneros a través del lucrativo negocio del menudeo de heroína. Perciben una ayuda del Estado (Risga: Reinserción social de Galicia) a bordo de automóviles de lujo, a cambio de nada. Sus hijos tienen prohibido aprender nada en la escuela, porque se "apayan". Sus matrimonios consanguíneos generan tanta enfermedad y gastos a la Sociedad como las drogas que distribuyen. Nada de ello es posible sin la connivencia de las autoridades.
Me jode lo del bar del hiper. Su dueño, un retornado creo que de Uruguay, cuando los gitanos del trapicheo empezaron a utilizar la esquina de su terraza para controlar el tráfico de compradores y los movimientos del vecino cuartel de la Guardia Civil, los echó. Un joven se le enfrentó alegando sus derechos ciudadanos, después del incoherente discurso dijo amenazante: Muchu cuidadu extranjeru, que eres un extranjeru.
Todo esto debe ser el resultado de la exitosa política de inserción social que tienen los gobiernos: Europeo, Español, Gallego y de Poio.
Solo veo una solución: Legalización de las drogas, venta en los estancos, pagando impuestos directos y no a través de las máquinas tragaperras. Igualdad interétnica en la educación y custodia de hijos y todas las demás normas legales.
Cambio de la política penitenciaria, mediante la introducción de pago de gastos mediante trabajo.
Desaparición de las múltiples instituciones policiales, o al menos unificación de criterios e intercambio fiable de información.
Se lo comenté a un paisano que me vende tabaco y cubalibres y está de acuerdo conmigo. Vamos a montar los dos un partido político que se llame PIG, Partido de los Ilegales Gallegos. A continuación emigraré para el otro mundo, con este no tengo nada en común, solo el tabaco, los cubatas y el vino.

domingo, 12 de septiembre de 2010

CUMPLEAÑOS.



Cumplo cincuenta y nueve tacos. Inevitablemente estas fechas de la historia negra de la Humanidad (11-S) obligan a mirar atrás. Y cuando uno se vuelve viejo mira más hacia atrás que hacia adelante. En esta mirada me queda más que agradecer que reprochar. Si no hubiese medíado alguna gente, como Ignacio Lomba, el patrón del "Carmen Pilar" que me recogió a veinticuatro millas al Oeste de Cíes, no lo hubiese podido contar, y mi vida no hubiese dado tanta risa durante tanto tiempo. Si no hubiese alguna mujer que me ha amado y a la que amé nunca tendría la percepción que tengo de la vida. Si no fuese por algunos amigos que me enseñaron, ninguno de mis proyectos hubiese salido adelante. Unos y otros han vuelto y están en mi vida, vivos y muertos se juntan en la memoria. No quiero pensar que hubiese sido todo sin el permanente y muchas veces sacrificado apoyo de mi Santa. Cuidó de mis padres y de mis hijos como si fuesen suyos, y a veces eso fue dificil. Ha dado mucho en estos dieciocho años, y lo ha hecho divertido, sin dramas.
No me ha salvado de un naufragio, pero me ha dado fuerza para salvarme en todos.
Gracias, Concha.


miércoles, 1 de septiembre de 2010

Nacho, EL MIMO.


El trabajo consistía en instalar y arreglar faros, boyas y balizas. Es un trabajo que se hace de día, pero soy un tipo serio, un vocacional. En los ochenta salía a comprobar dos o tres noches por semana que los faros funcionaban, recorría desde Monteferro hasta la Guía la costa; comprobando si lucían, si la característica era correcta. No fue culpa mía que el recorrido estuviese lleno de bares.
Numerosos músicos, poetas, pintores, actores... buscaban el sosiego y algún tipo de luz interior en lugares diáfanos para el espíritu como "El alma", "el Kremlin" y alguna casa de putas reconvertida en foro intelectual. Políticos, periodistas, autores proyectando siempre su primera obra, se entremezclaban con avistadores de luces como el infraescrito. Se celebraban "happenigs" que sin ser improvisados solían fracasar por pérdida de verticalidad, confusión verbal de un recitante o verborrea recalcitrante de un espontáneo.
Con este panorama parece normal que Nacho Otero se callase y su expresión fuese exclusivamente mímica. Lo que tenía que decir podía hacerlo sin pronunciar una palabra.
Beber refrescos me produce gases. Para alcanzar un punto alcohólico aceptable me arruino pagando copas, es por ello que dejé lo de ver faros por la noche y me dediqué a la reconstrucción de herencias gallegas y mas recientemente a la observación tenaz de fenómenos atmosféricos.
Tal vez sea el motivo por el que solo veo a los artistas de Vigo en casos de muerte o enfermedad. Por lo visto ahora ni eso. Hoy, diez días más tarde, me enteré de la muerte de Nacho, un señor del arte mímico, un noble de la escena. Un tipo tan legal y digno que tenía optimismo en su pobreza. Tanto que los demás no podíamos percibirla. La Administración tampoco. Como había heredado una casa, cuando ya no trabajaba no le reconocieron el derecho a la ayuda social. Se lo reconocen a los hijos de puta que envenenan a nuestros hijos cargados de oro y coches de gran cilindrada, a los ministros que lo único que hacen es joder trabajos serios para contratar asesorías, a los conselleiros y alcaldes que repiten obras para "sostener el empleo", eso si que es ayuda social.
El día que nuestros artistas callen por miedo o por hambre, los pueblos moriremos de tristeza. Nacho Otero "El mimo", nunca calló.

Un conocedor de Vigo, periodista de casta, Fernando Franco le dedica en Faro de Vigo un artículo. La foto viene del blog Gaviota, no soy capaz de enlazarlo.

viernes, 13 de agosto de 2010

EL NAUFRAGIO DEL "DELFIN DEL MEDITERRANEO"


El Capitán Carbajales en la actualidad.


Doy gracias a la vida por haberme cruzado con la gente que conocí. Una de las personas cuya bonhomía siempre recordaré es el Capitán Severino Carbajales López. Su madre le dio estudios con el duro sacrificio de la separación y la emigración a Venezuela, me lo contaba entre guardia y guardia en los seis meses de mili en la Armada. Nos separamos entonces, en 1972 . Salvo un breve encuentro casual, no volvimos a vernos hasta 1998. Figuraba en la lista de supervivientes del naufragio del "DELFÍN DEL MEDITERRANEO".
El naufragio.-
La motonave "Delfín del Mediterraneo" de 118 metros de eslora y 4581 Toneladas de Registro Bruto se dirigía de Gijón a Las Palmas con una carga de 280 Contenedores. Componían la dotación catorce personas. El 2 de febrero de 1998, en un fuerte temporal con olas de 15 metros, según los equipos de medida de los helicópteros y 8 metros según las estimaciones de los tripulantes, a 248 millas al SW de Cabo Sâo Vicente (Unos 450 kmts.) el buque comenzó a meter la proa en el agua, el Capitán y primer oficial decidieron inspeccionar los compartimentos de carga de proa, el primero que inspeccionaron tenía dos metros cincuenta de agua. Decidieron acercarse al Número uno, el de más a proa, al ver que en el compartimento inundado no subía el nivel del agua sospecharon que el agua estaba colándose a otro que había perdido estanqueidad. Intentaron poner el barco popa a la mar para evitar que la proa estuviese sumergida en el momento de la inspección y comprobar la estructura de la cubierta de proa. La hélice quedó fuera del agua y el motor se paró; el barco se atravesó a la mar, varios contenedores fueron arrancados de cubierta antes de que el Jefe de máquinas pudiese arrancar el motor principal de nuevo. Volvieron a la capa. Las bombas de achique echaban más aire y espuma que agua. Se acuerda el abandono. Carbajales emitió un mensaje de socorro por inundación en los compartimentos de carga, previamente había alertado a la Radio costera de la situación.
La tripulación tenía ya preparados los botes salvavidas. La decisión del Capitán de abandonar el buque en balsas y con trajes de supervivencia -que eran una innovación en el Salvamento Marítimo español- fue acatada. A las 17.00 toda la tripulación embarcó en dos balsas. Cada balsa tiene capacidad para dieciseis personas, en una embarcó el Capitán con los cinco oficiales, en otra al mando del contramestre el resto de la tripulación. Con el barco con el piloto automático, proa a la mar y muy poca máquina avante . Cuando se largaron las amarras de las balsas, el "Delfín" navegaba con sus luces encendidas capeando valientemente el temporal. El Capitán ve su barco alejarse mientras las balsas se machacan en las olas, arrastradas por la violencia del temporal. A su mente viene la historia de todos los buques, que abandonados por su tripulación han sido rescatados por una tripulación de salvamento que pasaba por allí. Es la seguridad de la gente contrapuesta al valor de la nave y su carga. La norma de supervivencia contra el prestigio profesional, las vidas contra los bienes.
El Jefe de Máquinas Angel Higuera Gómez le dice al Capitán con el que comparte balsa: "Te lo dije siempre Severino, ese barco es la hostia". Un minuto más tarde cuando la cresta de la ola les dio visibilidad, el barco entra por ojo en una ola y se hunde en unos minutos. Desde el momento del abandono tardó veinte minutos en hundirse.
En la balsa numero uno, los seis oficiales, con la seguridad de que su mensaje había sido recibido fueron evacuados uno a uno, tras unas horas de espera. Cada evacuación exigía que el tripulante se tirase al mar y cazase el arnés salvavidas del helicóptero, que luego lo izaba. El Jefe de máquinas dijo no podía respirar y se despojó del traje de supervivencia- una especie de traje de astronauta- Carbajales le ordenó ponérselo. Lo hizo, pero no abrochó la capucha . Cuando debía tirarse al mar para ser rescatado, un golpe de mar volcó la balsa que había perdido mucho aire. El Capitán salió de la balsa volcada orientándose por los proyectores de luz del helicóptero. Un rescatador del helicóptero del "ARGUS" bajó por el cable para rescatar al Jefe de máquinas que ya estaba muerto. La autopsia reveló que se había ahogado. Los detalles del rescate están muy bien descritos en "Escoben" . Cuando el Capitán llegó al "Argus" faltaba un hombre. La desesperación se adueñó de Carbajales. Si creyó morir cuando veía los sucesivos intentos de atrapar el arnés salvavidas lanzado por los helicópteros frustrados por olas de más de once metros, durante una pesadilla de tres horas, pensaba que el Contramaestre estaba perdido, no podría aguantar una noche más en la mar. El Capitán del Argus le aseguró que los helicópteros que iban a intervenir podían localizar un corcho de botella en la mar. No se lo creyó pero lo consiguieron: Antonio Sánchez Ríos , Contramaestre del "Delfín del Mediterraneo" era rescatado por un helicóptero del buque de guerra holandés "Tromp" hacia las diez de la mañana. Había permanecido en el agua diecisiete horas.
Su relato al Capitán es una muestra de pericia y buen hacer. Una hora después del abandono la balsa comenzó a perder aire, intentaron hincharla con el fuelle, pero algo se rompió, la balsa comenzó a deshincharse rápidamente. Debieron abandonarla. Formaron un círculo de donde fueron rescatados todos los tripulantes, hasta que quedó solo el contramaestre. En medio de la espuma, los helicópteros ya no pudieron verlo. Permaneció en el agua hasta las diez de la mañana en que fue rescatado.
El Capitán Carbajales estaba seguro del Contramaestre y los tripulantes. Gente experimentada, con entrenamiento específico.
Cuando leí la noticia en los periódicos, llamé a Carbajales, que muy emocionado me dijo que hacía cuatro días que había llegado a casa, estaba destrozado, nadie de la Compañía había llamado para preguntar por su estado de ánimo, solo un Jefe de Máquinas llamó para decirle hijo de puta.
Mi padre, que siempre dijo que los marinos éramos unos inútiles, gente que no valía para estudiar, vino a cenar cuando Severino me hizo ese honor con Julia, su esposa, y su madre. Estaba pasmado por lo que le expliqué y quedó muy emocionado por conocer a un "héroe sin guerra" según me dijo luego. Dijo a la madre del Capitán, algo así como:
-Señora, estará usted llena de orgullo por el valor de su hijo.
Es muy bajita, pero la vi crecer en su silla cuando contestó:
-Estoy contenta de tenerlo aquí, pero solo cumplió con su deber al salvar a su gente.
Siento mucho que la valiente señora no pueda ya enterarse de lo que escribo. Pero está a buen recaudo, cuidan de ella su hijo y su nuera que solo libran los sábados, cuando les sustituye una cuidadora.




domingo, 8 de agosto de 2010

CURSO DE FAROS EN BRENTFORD.

Foto Trinity House.
Aquel año (1985) me había castigado duramente: Había montado una empresa de energía solar, había perdido un amor que me había acompañado durante años, había embarrancado el "Tabeirón" en Portugal con lo que me habían salido tan caras las vacaciones como si pasase un año en Copacabana, para acabar de joderla me había liado con una elementa de mucho cuidado...En fin, un desastre.

Mi jefe de entonces era el Ingeniero de Caminos Enrique Disdier, que creo me apreciaba, aunque parecía más preocupado por las consecuencias de mi separación en mi hijo que por mis actuaciones arreglando faros. Hoy los recuerdos vinieron intensos, y apoyado por mis preces a San Google le localicé, está bien y aunque los trepas del PSOE destrozaron su carrera, pues era demasiado eficiente y tenaz para ser manejado por una panda de indocumentados, sobrevive. De muchos de aquellos solo queda algún artículo en la revista Obras Públicas de 1970. Debo además decir que Disdier posibilitó dando días libres mi participación en las intervenciones del pesquero"Xurelo" con Greenpeace contra los vertidos nucleares en la fosa atlántica a principios de los 80. Lo que da muestras de su talante.

Los cotillas de la oficina debieron contarle mis desventuras. Me llamaron a la Jefatura de Costas y me propusieron hacer un curso de Faros en Brentford, a las afueras de Londres. Imagino que para que me relajase. Acepté encantado. El curso fue un fiasco, al final nos pidieron un informe y en contra de lo que opinaban mis tres compañeros de otros puntos de España lo definí como un traslado de electricistas españoles a Inglaterra para enseñarles a colocar enchufes. Todo el mundo se mosqueó, con lo que la lista de mis amigos y admiradores se incrementó bastante.

El único que hablaba un inglés casi aceptable era yo. Por ello, la empresa fabricante, puso una intérprete madura y bellisima, era una española de nacionalidad iraní por matrimonio, exiliados por la caída del Sha de Persia. Cuando pasados diez días terminamos el curso, los de Pharos Marine nos invitaron a cenar para tapar su inoperancia. Naturalmente vino la intérprete. A cada lado de la intérprete se sentaron mis compañeros más veteranos, que estando próximos a la jubilación y llevando treinta años reparando y montando los equipos objeto del curso fueron enviados por el Ministerio a hacerlo. En mitad de la cena la intérprete, sentada frente a mí, hizo una seña, puse la oreja y como si hablase de las costumbres de las belugas, dijo en inglés, más o menos:

- One of the "gentlemen" by my side put his hand on my pussy, he found another hand there, that of the gentleman of the other side. Traduzco: Uno de los caballeros a mi lado me ha puesto la mano en el coño. Encontró allí otra mano, la del caballero del otro lado.

Miré a mis respetables y respetados colegas que seguían sin decir palabra y sin pestañear, con cara beatífica de músicos del Pórtico de la Gloria.

Cuando pedí su permiso al señor Disdier para incluirle en la lista de mis personajes y le conté el argumento de este relato, dijo al llegar a este punto:

-Ah claro, dejando bien alto el pabellón. Pon lo que te dé la gana.

Pues eso....